Próximamente...
-The King-
—No— escupió seco, me analizó con la mirada.
Camino a grandes sancadas alejándose de mi.
"¡Detenlo!"
Corrí hacia el y lo tomé del brazo, me puse en su campo de visión, se detuvo mirándome con hielo en sus ojos.
—¡por favor!, ¡sólo serán por unos meses!, juro que después ya no te molestaré, lo prometo— junte mis manos como si estuviera dando una plegaria.
—¿Qué tus padres no te enseñaron la palabra no?— hablo con fastido, se cruzó de brazos.
—No tengo padres— baje el tono de mi voz.
—que pena— me sonrió fingido y posando su mano en el corazón, luego sólo siguió caminado pasándose de largo con la misma mirada fría.
"¿cómo es que este tipo sea el preferido de todos?, es más frío que la señorita Broocks, y mira que ella es de corazón de hielo"
Volví a interponer le en su camino —hagamos un trato ¿de acuerdo?— le sonreí, el me miró un par de segundos y volvió a pasarme de largo.
"Vamos!, Saca la vieja confiable!" Me gritaba mi subconsciente.
Agite mi rostro tratando de ignorar aquel pensamiento, debo tratar de convencerlo sin sobornarlo, además no se como va a actuar cuando se entere, que sé su secreto.
De nueva cuenta me posicione frente a el —si no quieres hacer un trato, bien, ¿entonces un intercambio?— le volví a sonreir, sus ojos son frialdad pura atravesandome, estar frente a el y que me observe de esa forma me intimida de sobre manera.
"¿Intercambio?, ¿tu que le puedes ofrecer?, ¿tu virginidad?, no seas estúpida"
Mi subconsciente tenía razón, ¿qué le puedo ofrecer?, si muy apenas tengo cuerpo, de no ser por las perseguidas al bus seguramente sería una vaca.
—No— se negó seco, me rodeó y camino a paso firme alejándose de mi (otra vez), cuando llegó a la puerta sacó unas llaves de su pantalón, suspire.
"Sabes que el es el boleto dorado para estar con Hannah y ganar el caso, ¡Debes sobornarlo ahora!"
Sabía que la parte sensata estaba en acuerdo, tenía que hacerlo, si no lo hacía perdería la oportunidad de que me permitan estar con Hannah.
Resignada saque la pequeña bolsa con polvo blanco y una letra "K" inscrita en ella de mis jeans, inale y exale.
"¡Tu puedes vaquita!", me alentó mi subconsciente, y la verdad, nose en que carajos me estoy metiendo pero...
—¡The King!— grite llamando su atención, cuando giró (muy lentamente a mi parecer) sobre sus talones, su mirada tenía fuego, lo hice enfadar.
Han visto la película de el exorcismo de Emily Rosse, pues, bueno ,la parte de donde gira su cabeza es la que miró en vivo y a todo color pero con un chico que ni en mi sueños pensé que sería tan grosero, no es como lo pintan en la Universidad.
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The King! ©
Fanfiction"Te vi venir y, aún sabiendo que arrasarías conmigo, no me aparte. Sigo sin saber si fue valentia o estupidez." Hasta donde puede llegar el soborno, o mejor aún hasta donde puede llegar el sobornado para aguantar mentiras, conflictos y rupturas, Kyl...