Almas Perdidas (Saga: Almas perdidas I)

Capítulo 3: Encuentro inesperado

¿Sabes...? me pregunto si te pasaste toda la noche preguntándote por el contenido de esta sección... mi sección... me pregunto si te acordaste de ella al despertar, o a lo largo de tu confuso y cansado día, me pregunto... si tuviste ansias de leer lo que seguía... pero supongo que eso ya no importa; volviste, estas aquí, y misteriosa persona... te aseguro que de ahora en adelante lo que sigue en los siguientes capítulos tal vez te sirvan a no cometer los mismos errores que yo cometí, tal vez te ayuden a salir de aquí... si es que estas buscando respuestas tan desesperadamente como yo alguna vez lo hice... 

¿Pero qué te parece si empezamos con el principio...? si ya estás leyendo este libro me haces suponer que ya llegaste a este lugar, me haces suponer que ya estas empezando con la búsqueda de tu vida y tus respuestas, así que creo que no estaría de más contarte mi experiencia tan extraña...

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

 La noche era fría... era bastante fría considerando la época del año que intentaba calcular... pero creo que eso era lo de menos, ¿no...? Me llevó un par de minutos tratar de abrir mis ojos que ya estaban entre despiertos... los recuerdos trataron de inundar mi mente, pero simplemente ninguno pudo hacerme memoria de lo que estaba pasando y eso era por algo muy fácil... verdaderamente no podía recordar mi nombre... ni mi edad... ni de dónde venía; trate de mover ligeramente mi cuerpo, poco a poco... era raro porque parecía estar adolorido, como si me hubieran estado golpeando durante una enorme cantidad de veces, pase mis manos por la superficie en la que estaba, todavía sin poder abrir los ojos... pasto... era pasto, y estaba tan frio como el ambiente de ese lugar. Mis ojos fueron despertando poco a poco, ante la curiosidad de lo que estaba pasando, tarde unos 5 minutos en despertar y darme cuenta de que donde estaba era un lugar lleno de árboles; el miedo no tardó en hacerse presente al igual que todas las preguntas que empezaron a entrar en mi cabeza, y la primera pregunta que empecé a hacerme era... ¿En dónde rayos estaba...? ¿Cómo llegue a ese lugar...? Trate de fijarme en mi vestimenta para ver si alguna pista o recuerdo llegaba a mi memoria...

Un viejo vestido negro con mayas y converse del mismo color era lo que vestía... y lamentablemente eso no me daba ninguna maldita pista, mire alrededor todo estaba tan solitario y tan obscuro que por un momento me dieron ganas de pasar ahí la noche, a lo que a los poco minutos reconocí que eso sería para mí una pésima idea, y que lo mejor era salir de ese lugar en ese mismo momento.

No sabía qué hacer, mis manos comenzaron a temblar y las lágrimas no tuvieron ningún esfuerzo en salir, desesperada me tire al piso sintiéndome tan estúpida por no poder encontrar una situación sencilla y práctica para salir de esa situación... como una persona normal. No sabía nada de mi... no sabía nada de absolutamente nada... pero empecé a pensar que la mejor forma de descubrir lo que había pasado era averiguándolo; Impulsándome por estos pensamientos, respire hondo... me levante y empecé a caminar hasta pasar por los huecos de los árboles, camine por la obscuridad sin tener nada para guiarme más que las copas de los árboles y las estrellas, ahí fue cuando reaccione de la manera más tonta posible y me di cuenta de que estaba en un bosque; seguí caminando hasta poder distinguir un puente, mis esperanzas por salvarme crecieron y me apresure a llegar a aquel lugar... a lo largo que caminaba me daba cuenta de que en el puente había una persona... más específicamente una mujer.

Probablemente cualquier persona que tuviera un buen criterio se le hubiera hecho raro encontrar una persona en un bosque de noche, pero en mi cabeza solo escuchaba la desesperación de salir de ahí, me quede parada a unos pocos metros del puente mirándola; era una mujer tan hermosa, con una tez tan blanca que parecía que hubiera salido de la nieve misma, su cabello era negro y largo cual noche, y sus ojos verdes obscuros cual trébol de la suerte, llevaba un vestido negro largo, por lo que supuse que tal vez estaba acompañada de alguien.

La preciosa mujer se me quedo viendo, con una mirada tan penetrante que por un minuto llegue a sentir que sabía más de mí de lo que yo llegaba a recordar, me continúo mirando un largo rato hasta que finalmente esbozo una sonrisa amable y tierna.

Muajajaja suspenso >:3 bueno chicos esto es todo por el capítulo de hoy, agradezco nuevamente el tiempo dedicado para leerlo, déjenme sus comentarios y sus estrellitas, así me doy cuenta de que estoy haciendo las cosas bien, bueno chicos.

Hasta la próxima!!!! :3 <3