Espías, Acosadores, Asesinos Y Otros Locos.

Spamano

Lovino tenía la carta entre sus dedos, sus ojos la examinaban con el ceño fruncido. ¿A quien demonios se le ocurría enviarle un carta en pleno siglo XXI?

Pfff tremendo imbécil de ser el la envió. Pensó el castaño mientras entraba a su casa.

-¡Feliciano!-Llamo más no obtuvo respuesta-¿Bastardo donde estas?- volvió a gritar pero nadie le respondió.

Empezó a buscar por todo el departamento más no encontró rastro de su hermano. Negó con la cabeza y pensó en matarlo.

-Seguro se fue con el macho patatas- gruño y se tiro en el sillón. Tomó el control y encendió la televisión.

Un par de horas después, Lovino empezó a sentir curiosidad por la carta así que empezó a abrirla.

Una foto cayó del sobre, era él en el restaurante de su abuelo comiendo pizza.

-¿Que rayos?- lanzó un, gemido asustado, de la cocina se escucharon un par de ruidos extraños pero el no le presto atención.

"Te amo Lovino, eres el ser más perfecto que existe haría cualquier cosa por tenerte y nunca lastimarte. Te observó todos los días, solamente para admirar de belleza de lejos " el italiano no termino de leer la carta, boto lejos pedazo de papel.

-Tengo que ir a la policía- dice en un gemido el aterrado muchacho.

-¿Por que?- pregunta una voz que el no conocía, justo a sus espaldas.

Lovino se volteo con violencia con la respiración agitada y sudando en frío. Un hombre de ojos verdes, piel bronceada y cabello castaño lo miraba con la sonrisa más empalagosa que alguna vez hubiera visto.

-No te preocupes, cariño- el sonriente español camino hacia él- Yo te cuidare para siempre -