Para ella, él era solo un niño perdido rodeado de personas despreciables.
Para él, ella era capaz de destruir a cualquiera si se lo proponía.
El destino les tenía preparado algo muy importante. Pero ellos decidirán si estarán juntos o en contra del...
La noche fue larga para (Tn), apenas había conseguido dormir un par de horas y desde temprano comenzó a preguntarle a Miriam sobre a qué hora irían a la comisaría.
Después de desayunar ambas subieron al auto y llegaron al lugar, pero cuando Miriam pidió ver al chico los policías le informaron que sería llevado a otra prisión esa misma tarde.
- El joven Michael Langdon es responsable de la muerte de uno del detective que lo interrogó ayer.- Informó un oficial.
- Eso es imposible.- Se quejó empujando al hombre. - Exijo verlo ahora mismo.-
Una oficial acompaño a la mujer hasta la recepción y (Tn) aprovecho para escabullirse a la celda del rubio.
- ¿Michael?- Lo vió acostado en la banca, se acercó cuidadosamente y notó que estaba dormido. - Michael...-
El ojiazul despertó un poco desorientado, pero al ver a la peligris se levantó de inmediato.
- (Tn).- La rapidez de sus movimientos le causó un leve dolor en el abdomen, llevó su mano a la zona herida y aguanto un jadeo. - Te extrañé toda la noche.-
- Yo igual extrañé dormir a tu lado.- La chica observó un moretón en la mejilla izquierda del chico. - ¿Qué te pasó?-
- Un detective me golpeó durante el interrogatorio.-
•🔸•
- Lo lamento señora, pero no puede verlo ahora.- La oficial le abrió la puerta a Mead.
- Esto es ridículo.- Fue lo último que dijo antes de salir y dirigirse a su auto.
Debía esperar a que (Tn) regresara, para poder ir a casa.
- Buenos días, señora.- Un hombre vestido con un capa y sombrero negro habló a sus espaldas. - ¿Usted es la tutora de Michael Langdon?-
- Así es, ¿Qué quiere?- Dirigió si atención en aquel misterioso hombre.
- Permítame presentarme, mi nombre es Ariel Augustus. Soy el director del convento en Hawthorne, Escuela para Jóvenes Excepcionales.-
- ¿Y eso qué significa?-
- Vine por el joven Langdon.-
•🔸•
Mientras tanto adentro de la celda (Tn) curaba el golpe en el abdomen del chico, mientras Michael le contaba lo sucedido en el interrogatorio y le preguntaba a la chica si ella había hecho algo así antes.
- ¿Seguro que no quieres que cure tú mejilla?- Volvió a preguntar cuando acomodó la camisa de Michael.
- Lo estoy, no quiero que sospechen más de mi. Es suficiente con lo que has hecho.- Le sonrió.
- De acuerdo, supongo que ahora no te dejarán ir tan fácil.- Dijo triste la peligris. - Así que te traje algo.-
De su bolso saco un caja dorada, se la dio al chico y este la abrió con una sonrisa en el rostro. Adentro había una pulsera de cuentas negras y el dije de una corona dorada.
- Es muy bonita.- Sacó la pulsera de la caja, tomó la pulsera y la ató en su muñeca.
Cuando terminó, (Tn) levantó la manga de su blusa y dejó al descubierto una pulsera casi idéntica, la única diferencia es que la de ella tenía tonos plateados.
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