Chiribitas. Jaemin x RenJun.

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advertencia:  angst y calificación +18.

Jalea estaba caminando encima suyo, Jaemin se acomodaba entre las mantas con pereza, había algunos días en que estaba tan cansado de pretender ser agradable que acaba teniendo más ganas de dormir todo el día que de salir fuera de su departamento.

Pero era un adulto ahora y tenía que ir a trabajar—¡ay!—gritó sorprendido cuando Jalea le dio un mordisco—¿qué te sucede, estúpido?—el felino de color  blanco lo miro fijamente, sus patas eran suaves pero sus mordidas eran dolorosas

Jaemin rescató a Jalea porque estaba viejo y nadie lo quería aunque Jalea no se ve realmente como un gato viejo ahora que está limpio y gordo, sin embargo, a los gatos adultos nadie los quiere, hay muchas ideas acerca de ellos, que son desobedientes y mal educados, que son malos y rebeldes, en general, cosas moralmente malas.

No era cierto, cualquier humano con dos dedos de frente debería saber que es normal que un animal adulto se encuentre cohibido en un nuevo hogar las primeras 48 horas, que de hecho, cualquier ser vivo estaría a la defensiva y completamente desorientado, incapaz de creer que alguien puede amarlo a pesar de estar viejo, sucio y abandonado.

Jalea no era malo, había sido arisco, sí, mordió muchas veces a Jaemin mientras él sólo daba vueltas alrededor en el departamento, Jalea también lo rasguñó cuando Jaemin lo agarró mientras Jalea estaba concentrado mirando las hojas que se movían con el viento.

Ese día le dejó un rasguño que sangró bastante, nunca antes un animal le había causado tal daño, fue una sorpresa.

El felino también tenía arranques extraños, hubo unos días que Jaemin le tuvo miedo, Jalea lo había mordido con furia mientras él dormía, se despertó tan asustado cuando sintió unos filosos dientes en su cuero cabelludo.

Pero luego de eso las cosas mejoraron (tal vez Jaemin le dio un palmazo que no quiere admitir pero que logró que el animal supiera quién mandaba) ahora Jalea es mucho más amistoso, hasta duerme en su regazo algunos días, se volvió un gato dócil.

La convivencia es buena y sana, por las mañanas Jalea lo despierta cuando oye el despertador y él espera paciente a que Jaemin regrese del trabajo.

Los miércoles son los días más desesperantes, Jaemin los odia, trabaja en la editorial de una revista de moda muy famosa, él es la mano derecha de Kim DongYoung, un jefe que suele tener el ceño más fruncido de lo que sonríe pero que tiene un talento especial para volver cualquier cosa mágica, los miércoles siempre se hace una reunión para ver el proceso de la revista que se lanza una vez al mes, es estresante, los nuevos pasantes no lo están haciendo bien y la furia de Kim DongYoung llega tan notoria como un huracán. 

Jaemin se dirige al trabajo luego de alimentar a Jalea y comer una barra de cereal energética. Sonríe  como todos los días, levanta la mano y es agradable, algunas personas podrían decir que él es hipócrita pero ¿de qué le sirve simplemente ser desagradable? no es como si eso fuese a llenar algún vacío, ya lo intento y no se sintió bien, ser una buena persona tampoco lo hace especial pero al menos hace sentir a los demás bien. 

—señorita Gin ¿usted esta sugiriendo poner una nota sobre cupcakes en una revista que habla de tendencias?—preguntó fastidiado DongYoung y Jaemin que estaba sentado a su lado evito levantar la mirada para así no ver el rostro a punto de llorar de Gin

dibujo espirales en su cuaderno amarillo

el resto de la reunión los empleados sólo siguieron las ordenes de Kim y Jaemin sólo escribió lo poco que le pareció interesante, sabia que Dongyoung estará decepcionado de que sus empleados estén tan vagos de ideas y que considerara seriamente despedir a muchos de ellos pero Jaemin no puede hacer nada al respecto, no es su asunto.