Capitulo 1.

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Taylor se acerco a mi con una botella de alcohol en las manos y se sentó a mi lado en la banca a contemplar el hermoso cielo nublado. Mire al suelo, triste y luego la mire a ella que ponía su botella de ron en la boca.

-Lo siento, Miranda. -me dijo ella. -Es que nada puede cambiar el destino.

-Ok, de todas forma nadie es inmortal. -dije triste. -La extraño y apenas paso un día de su muerte, Taylor. Imagina como voy estar el resto de la vida.

-Se supera. -dijo y volvió a tomar de su botella.

-Estaré sola.

-Nunca. Estas con tu hermana mayor. Jennifer es muy cool y también me tienes a mi que soy tu mejor amiga y jamas te abandonare hasta el día en el que muera. -me dijo y se paso de la banca. -Se esta haciendo tarde. Vámonos.

Me pare y caminamos hasta el coche de Taylor que estaba estacionado cerca. Me senté en el copiloto y ella al lado. Sin hablar nada encendió el auto y fuimos en silencio hasta mi casa. Era un día realmente triste, no sabía que decir. Mi mamá murió y me quede nada más con Jennifer. Esto era deprimente. Taylor se estaciono frente de mi casa.

-Gracias, amiga. -le dije y subi el pestillo de la puerta para bajarme.

-Te quiero, cuidate. -me dijo últimamente y cuando sali de su auto sin permiso de conducirlo ella se fue.

Éramos tan malas las dos y teníamos más amigos como nosotras. Dejenme decirles algo. Somos unas malditas depresivas que no van al instituto o algo de eso y que toman alcohol y se drogan, que van a la plaza mas cercana y empezamos y hablar tonteras hasta la noche, que en esa misma noche tenemos fiesta en su casa o en la mía y la pasamos genial. No pienso vivir tanto, eso me preocupa, no pienso vivir sin dinero y ya es tarde para empezar a estudiar asi que no me importa demasiado el futuro.

Saque las llaves de mi bolsillo y abrí la puerta. No había nadie, ni siquiera mi hermana de un año mayor que yo y ya se creía solamente por eso. En la mesa había una nota.

La abrí y esta decía:

Hoy no voy llegare temprano a casa. Me quedare de guardia. Por favor, sean buenas.

Las quiero.

Su mamá.

Era de mi mamá, ayer tampoco estaba yo en casa y hay fue cuando ella se murió. Ella trabajaba como guardia en un edificio, pero se quedaba de día. No sabia que le paso, tal vez le toco el turno de noche. Me puse a llorar, no aguante.

—Por que me dejaste sola. -dije para mi misma sabiendo que ella me escucharía, o no lo se.

Me recoste en el sofá y me quede allí, sola y quieta. Hasta que me quede dormida

Amaneció y desperte, vi el relog de la sala que colgaba en la pared y decía 9:30 y me levante, es raro, Jamas me levanto tan temprano, pero lo hice y lave mi cara en el baño de abajo. Salí y cerré la puerta, aun con la misma ropa de ayer, pero no me preocupo. Cerré la puerta y llame a Taylor

Hablo antes que yo.

—Corre, pendeja y apresurate. -me dijo atravez del teléfono y colge.

Fui corriendo a su casa y no podía mirar el camino, pues no lo miraba porque de inmediato, apenas comence a correr me tropecé con un chico.

Y caí en el suelo, me sentí muy inútil y me enfureció.

—Oh, lo siento. -dijo inocente y apenado, pero no me importo y me pare frente de el.

—Ten más cuidado a la próxima vez. -le dije enojada.

—No creo que allá próxima vez. -me dijo, sincero. Era verdad, no creo que allá próxima vez. Me volví a sentir inútil. Joder! no me gusta que me hagan sentirme de este modo.

—Ok. -puse mis manos en la cabeza y me empece a reír por mi caída, fue gracioso porque solo yo me caí y el estuvo parado.

—De que te ríes?-me dijo un poco interesando. —Espera, eres del instituto?

Deje de reír y lo mire.

—Que? No voy al maldito instituto. -dije

—Universidad?—pregunto y moví la cabeza en forma de no.

—No estudio. —le dije. El me quedo mirando como si fuese rara.

—Vaya, y como piensas conseguir dinero?—dijo.

—Estoy pensando en prostituirme. —le dije de broma, pero el lo tomo con sinceridad. —Era broma.

—Ah.. Me das tu numero?—me dijo.

—Y para que? no quiero hacer amigos que van al instituto. —le dije.

—Cool, tampoco yo. —me dijo. —Quisiera verte otro día.

—35729283. -le dije. —Ese es mi maltito numero. Vete a tu instituto, tengo que ir a la casa de una amiga.

El asintió anotando el numero y me miro nuevamente para decirme algo.

—Tu nombre es?—me dijo.

—Miranda. No diré mi apellido. Me trae recuerdos tristes.

—Que depresiva eres. —Se río. —Soy Riker Lynch.

Se fue con una sonrisa y un "Hasta pronto". Les diré que era medio jodidamente sexy. Tenia el pelo rubio y unos hermosos ojos cafés y muy alto. Fui corriendo hasta la casa de Taylor que quedaba a la vuelta y me abrió su hermano, Jimmy menor que ella por un año. Subí hasta su cuarto y me abrió

—Mierda, tardas mucho. —me dijo y entre. —Vamos rapidísimo a comprar.

Fuimos a comprar alcohol y cosas para fiestas. La pusimos en la casa de ella y sus padres se habían ido de viaje a Los Ángeles por su luna de miel. Ella estaba pensando en mudarse para hacer fiestas seguido, pero no tenia dinero, solamente un poco, sus padres la mantenían.

Era de noche y estaba la fiesta genial. Me senté al lado de Ian, un amigo que tiene tatuajes y un poco perforada las orejas.

—Como estas?—le dije.

—La pregunta es para ti. —me miro y sonrio. —Lamento esa perdida.

—Todos hablan de eso. Me deprime más, mejor bailemos. —Le dije un poco borracha.

Fue genial.

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⏰ Última actualización: Sep 03, 2014 ⏰

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Historia de amor. Riker Lynch.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora