Se deshizo el fuego de la palabra,
quedando sólo la ceniza.
Su formato antiguo,
como un fantasma gris,
aplastado, esparcido.
Era una llama viva.
¿Cómo se reactiva?
¿Por qué retorna y nunca muere?La soledad.
En mi pecho comprobé su ímpetu:
al amar.
Que tu primer palabra conciba el fuego.