Empecé a oír un ruido de una máquina. Dani gritaba mi nombre y vino mas gente. Eran médicos, mi madre y Eva ¿Qué hacían ellas aquí?
- ¡Teresa, despierta por favor! - oír llorar a Dani.
No sé como pude, pero conseguí abrir los ojos. Dani estaba llorando en la silla mas cercana de mi cama. Se tapaba la cara para que no le vieran las lágrimas.
- Dani - conseguí decir con una sonrisa y paro de llorar.
- ¡Mi niña bonita! - empezó a darme besos por toda la cara.
- ¡Mamá, no puedo respirar!
- Lo siento - sonrió y se apartó.
- ¡Por fin estas de vuelta! - dijo Eva dándome un abrazo.
Dani me abrazo muy fuerte, pero sin decir nada. Esta vez no llorábamos, sonreíamos de alegría.
- ¿Que le has dicho para que se despierte? - pregunto un médico.
- Pues que le echaba de menos.
- He oído como tu hermano hablar con ella. Le decía mas que un simple "Te hecho de menos" y la única respuesta de ella era que se le aceleraba el corazón, pero no despertaba ¿Ha pasado algo mas, muchachos?
- Me recordó todo lo que tenia pendiente - improvisé - La película, lo de Selena etc.
- Bueno, ahora estarás cansada y quedaras dormir un poco.
- Oh no. Creo que ya he dormido suficiente - reí.
- En ese caso, puedes irte cuando quieras.
- Gracias doctor - dicho eso, se fue.
- Ves preparándote, en la silla tienes tu ropa - dijo mi madre yéndose con los demás.
- Dani, espera, tengo que hablar contigo.
- Vale - se paro y se sentó en mi cama cuando los demás cerraron la puerta.
- No digas nada sobre el sueño, por favor. No le quiero perder.
- Vale, pero no puedo ignorar algo así.
- No sé que me paso...
- Pues que te gusto.
- No... Bueno, sí... yo...
Me callo con un beso. Me quise apartar pero él me acercaba mas a él, entonces le seguí. Dani me atraía bastante y me gustaba ¿Para que negarlo? Pero Jesús mucho mas, así que me aparte y él sin decir nada se fue de la habitación.
Me vestí y avise a mi madre. Fuimos en el coche de Eva. Ellas hablaban y Dani y yo estábamos callados. No sé de que hablaban pero no sé por que mi madre le dijo a Eva que yo era la mejor, que no tenia queja conmigo, que era súper lista, estudiosa, muy buena niña y bueno, no le dejé decir nada mas.
- Mama, no soy la mejor, tengo muchos errores. No cal que presumas con todo el mundo de hija, soy un desastre. Soy despistada, no paro de hacerme el lío por cosas que tendría que ver claras y claras claras no las tengo, a veces soy demasiado positiva, me hago ilusiones para nada, quiero ser la mejor pero no puedo, lo siento - mire por la ventanilla conteniéndome las lágrimas.
- Bueno ya hemos llegado - anuncio Eva.
- Adiós - dije y me fui a casa.
Pique a la casa y abrió Danuu. Nos pusimos al día, parecía que este mes no hubiera pasado para mi, pero había cosas que habían cambiado. Por ejemplo que Mikel ya no sale con Albuski y ahora habla bastante con Irene. Mikel y Jenny bajaron y nos abrazamos, después de comer, llamamos a todos nuestros hermanos y nos reunimos en mi casa. Quedamos en ir mañana al orfanato donde estuvieron ellos de pequeños, ya que los gemelos Segio y Alejandro se acordaban. Nati estaba distante, pero no le pregunte el por que.
A las cinco se fueron todos menos los que vivíamos ahí. Se fueron a dormir por que se aburrían y yo fui a ver a Jesús ya que él, raramente, no vino a visitarme. Pique a su puerta y me abrió él, sin camiseta y sus pantalones favoritos rojos.
- Hola, entra, tenemos que hablar - dijo serio y entré.
- Esto no puede continuar...
- ¿El qué? - le corte un tanto sorprendida.
- Llevamos tres semanas de lío, pero...
- ¡¿QUÉ?!
- Nati ¿Que pasa? - pregunto Eva, junto a mi madre que salían de la cocina.
- Soy Teresa, no Natalia - salí llorando y me fui corriendo a la casa abandonada.
Lo primero que hice cuando cerré la puerta fue contestar a una de las miles llamadas que me hacia Jesús cada minuto.
- ¡VETE A TOMAR FANTA Y DÉJAME EN PAZ! - grite y colgué.
Fui al saco de boxeo y me tire un rato pegándole. Después vi la Tele un rato hasta que me quede dormida. Cuando me desperté me fui a mi casa ya que eran las once de la noche.
- ¡TE HE LLAMADO MILES DE VECES! ¡ESTÁS CASTIGADA, EN UNA SEMANA NO SALDRÁS DE CASA Y A PARTIR DEL LUNES DEL COLEGIO A CASA Y NO SALDRÁS MAS!
- Gracias mamá - dije alegre dándole un beso en la mejilla, así no vería a Jesús.
Me fui a mi habitación, me puse el pijama y musica a tope con los cascos. A las doce de la noche baje por la terraza de mi habitación (No me preguntéis como que no lo sé) Directamente me fui al lago y Ahí me puse a llorar tranquila ya que no había nadie, al menos eso pensaba yo.
- Te dije que siempre estaría ahí - dijo Dani apareciendo de repente.