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El paisaje pasaba por la ventana, se podía ver como el sol ya se empezaba a ocultar tras las montañas, mi madre tarareaba mientras movía la cabeza al compás de la música country. Los ya casi inexistentes rayos de sol me adormecian y me causaban una sensación de somnolencia, que finalmente logró ganarme.

Me desperté gracias a una sacudida en mi hombro, era mi madre.

-Will ,¿te importaría bajar y hecharle gasolina al coche?-

-Claro ,voy mamá.-

Al abrir la puerta el aire gélido me golpeó, dandome una sensación de frio repentina que me hizo tiritar.

Me dirijo hacia el establecimiento de la gasolinerα, que quedaba a unos 20 metros de donde mi madre había aparcado el coche.

El buen hombre que trabaja ahi está jugando a los marcianitos en un ordenador que perfectamente podria ser de los años 50.

-Hola, ¿que desea?- Le dijo el señor.

-Me gustaría rellenar el depósito de ese coche de afuera.-

-¿Cual?- La pregunta, probablemente obligatoria, se contestaba a si misma, era el único coche allí.-

-El Nissan amarillo de la tercera estación de repostaje.-

-Bien, voy a rellenarlo.-

Mientras el señor repostaba el coche de mi madre decido entrar al baño de la gasolinera.

Cuando entré me encontré con una estancia de unos cinco metros cuadrados, mugrienta y con aspecto de que, al tocarla, podias pillar 8 enfermedades terminales y hallar una nueva de regalo.

En una esquina hay un chico que aparenta tener unos 10 años mas que yo, tiene un aspecto desgarbado,es pálido, de un color demásiado claro para mi gusto, tiene unas ojeras de varios dias, y, definitivamente el aspecto del típico brayan que te roba y apuñala en las costillas con una navaja más sucia que el puesto de enchiladas de mi barrio para robarte una caja de pañuelos.

Se acercó lentamente ,puede parecer que era un superficial, pero me daba mucha mala espina.

-¡Eh tu! ¿Que hora es?-Su voz es como cuando rayas una pizarra, chirria, no era nada agradable.-

Saco mi reloj de la manga de mi suéter y miro la hora, trato de disimular de alguna forma que estoy aterrado

-Las 22:36- Respondí,su tono sonaba algo violento.

Pase al lado de él para entrar a un cubículo, mirandole de reojo, por el rabillo del ojo puede ver que comenzó a acercarse de forma sospechosa y sin previo aviso saco una navaja Suiza con la que me apuntó.

-Dame todo lo que tengas.-Gritó el.

Por un momento no supe como deberia reaccionar, tendría una lápida muy deprimente, "murió en el baño de una gasolinera apuñalado por un cani", no,me negaba a ser tan penoso, deberia ser algo del tipo : "murió salvando cachorritos y sacrificandose a si mismo en una escuela infantil víctima de un atentado terrorista"

¡Joder Will céntrate! Te apuntan con una navaja ¿y lo unico en lo que piensas es en lo heroica que será tu lápida?

-Claro, claro te lo daré, aparta para que te lo pueda dar.-

Encuentros Inesperados [Solangelo] [Hiatus/Pausada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora