Valor de agua

Prologo

Como se han percatado, esta historia es la continuación de Voluntad de agua. 

Saludos y que tengan un bonito día!!!!

La sensación de ahogo, de poco a poco ir perdiendo sus fuerzas sin ser capaz de evitarlo, parecían embargarlo una vez más. Una vez más aquel sentimiento y sensación de encierro. De oscuridad. De olvido volvía como un recuerdo, como si en verdad había sido olvidado y perdido.

Se levantó de golpe en la cama en la que se encontraba acostado, llevándose una de sus manos a su cuello, donde sentía su garganta cerrada y adolorida. Tosió, viendo claramente cómo una sustancia negra se escapaba de sus labios. La observó detenidamente sobre una de sus manos, sabiendo que aquello no podía significar nada bueno. Ningún buen augurio podría venir de ello y sabía que solo una persona o, mejor dicho, criatura, podría contestarle aquello.

Fue entonces que se percató del vacío a su lado, lo cual no le extrañó, por más raro que fuera.

Desde hacía un tiempo se levantaba sobresaltado y con aquellas pesadillas rondándome por la mente. Desde hacía ya unos días, aquel lado de la cama había estado vacío.

Suspiró con pesadez y se quitó las sabanas que cubrías su cuerpo casi desnudo, para luego levantarse y dirigiéndose hacia el baño, donde tomó un pequeño vaso donde vertió el contenido que había devuelto y sin más, se lavó las manos con el resto que quedaba de ello.

Desde donde se encontraba era más que capaz de ver que las sabanas al lado de donde había estado durmiendo ni siquiera habían sido removidas, por lo que, una vez más, no le pasó desapercibido el hecho de que ni siquiera había vuelto al departamento en el cual vivían y donde se suponía debían de mantener la relación.

Derrotado por los sentimientos de enojo y tristeza se volvió a la cama, donde se tiró sin siquiera taparse. Incluso el techo parecía más interesante en aquel momento que ver la soledad que lo acompañaba o soñar una vez más con aquella sensación de ahogo y desesperación.

La luz de la noche era lo único que ingresaba por aquella habitación, ya que el ventanal que la decoraba y dejaba ver una gran vista de la ciudad, se encontraba completamente abierto para su deleite, aunque en aquel momento, se sentía incapaz de disfrutar de aquellas vistas.

El tiempo poco a poco comenzó a pasar sin que él moviera un solo musculo. Solo se encontraba allí, con los brazos debajo de la cabeza, mirando el techo blanco y pulcro. Solo su pecho subiendo y bajando en su figura "humana" dejaba en claro que por lo menos respiraba. Y sin más, poco a poco, se dejó abrazar por los brazos de Morfeo, deseando que por lo menos, en aquella ocasión no tuviera el mismo sueño o, mejor dicho, pesadilla.

Se despertó sobresaltado una vez más sobresaltado y con temor. El sol pegó de lleno en sus ojos, lo que provocó que los cerrara por unos segundos y tapara sus ojos con uno de sus brazos, viendo que una vez más, su figura "humana" había sido reemplazada casi por su forma completa. Sintió que la luz le molestaba más de lo normal y sin más se alejó, hasta que los reflejos del sol dejaban de darle en su cuerpo y en sus ojos.

No le pasó desapercibido una vez más que él no había vuelto en toda la noche.

Gruñendo por lo bajo y sintiendo aun su cuerpo afectado por la luz, algo que tampoco era algo corrientes, se acercó a las cortinas y las corrió, hasta que toda la habitación se sumió en una oscuridad visible para él.