La vida muchas veces no siempre es de color de rosa, como mi madre decía; la vida es un arcoíris y cada color nos da una razón de ser. Siempre queremos vivir en el color rosa, rojo, celeste o amarillo; nadie quiere vivir en los colores oscuros, en el negro o gris, todos buscan la felicidad una felicidad de crista. Una felicidad que se puede quebrar con el rozar de los dedos...
Mis ojos siempre al ver el arcoíris se cristalizaban y me hacían sentir como una niña indefensa y frágil, una rosa blanca y a veces como un girasol. Exquisito y amado; pero odiado cuando pierde su color. Mis pétalos se fueron cayendo uno a uno según los días iban pasando. Mis sueños se volvieron anhelos y mis anhelos me volvieron esclava de mi sufrimiento.
Ya no se en que día estoy, si llueve, si hace sol. Si es lunes o domingo. Si es San Valentín o Navidad. Solo se que es de día porque el sol sale y me luz y se cuando es de noche porque la luna acuna mis sueños que me hacen volar. Mi nombre se me ha ido borrando de la mente solo se que me llamaban Ana, un nombre normal como las hojas de los arboles, con nobleza y sencillez de un jazmín, quisiera ser como esa flor de loto, que crece y es codiciada por ser de una forma tan estupenda ante los ojos de los demás, creo que yo soy un palo quebradizo y viejo ya sin vida y sin ganas de respirar.
Cuento los segundos que pasan porque las horas se me acaban, cuento los pétalos de las rosas que están en mi alrededor creo que van mas de mil, no lo se, no puedo pasar de cien.
Solo espero ver las rosas florecer, los pájaros cantar y sentir el pasto al caminar. Solo espero poder volar.
Han pasado tantas cosas que no se si estoy viva o muerta, un joven mozo es el que me ha tenido informada de las cosas que pasan; muchas veces creo que el me relata las cosas como si estuviera muerta se le escucha en su voz un pesar, una tristeza tan profunda que me dan ganas de llorar. He querido dirigirme a él con mas sutileza pero el simple hecho de escuchar su voz me da temor.
Un día me conto como mi padre había traído a casa una nueva mujer, dice que es muy bonita cual una princesa, que tiene unos ojos hermosos y una piel tan blanca como la nieve, es una mujer calla, hace todo lo que mi padre le pide. Dice que le da miedo que un día la trata de matar. Según Aaron es una mujer sin vida. Aaron fue el nombre que le puse a mi amigo ya que el medijo que su identidad es prohíba para mi ser.
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Rosas Blancas
Short StoryUna vida vacía y sin color. Anhelos perdidos, sueños gastados. Libertad robada por la obsesión.