2 | Terapia En La Cocina

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-Suena desesperado ¿No crees?-Dí un salto y caí al suelo al escuchar esa voz-. Lo lamento. No quise asustaste.

Ella me tendió una mano para ayudarme a ponerme de pie, pero con la caída al golpearme la cabeza me resultó difícil enfocar la vista por un tiempo, hasta que la vi.

Frente a mí, una mujer de unos 30 años. Sumamente hermosa. Tenía ojos celestes rodeados de pestañas largas y curvadas. Su cabello era rubio con ondas y sedoso y le llegaba hasta los hombros. Ella era delgada, alta, tenía una sonrisa encantadora, y vestía un traje blanco, sencilla pero glamorosamente a la vez. Parecía simplemente perfecta.

-Déjame ayudarte Serena.

Finalmente tomé su mano y me incorporé mientras sacudía mi vestido de dama de honor.

-Yo... yo- balbuceé avergonzada-, pensé que estaba sola y... ¡Espere! ¿Cómo sabe mi nombre?

-Eres la hermana de la novia.

-Ah cierto -dije aún confundida por el golpe.

-Me llamo Amadis por cierto.

-¿Amadis? Jamás había oído ese nombre.

-Es latín. Y discúlpame, no quise asustarte.

-No pasa nada. La verdad yo ya debo irme con mi hermana. Fue un gusto conocerla.

Me moví a un lado para salir de ese vergonzoso momento.

-¿En serio deseas eso? -preguntó Amadis, y yo me detuve en la entrada.

-¿Qué cosa?

-Que alguien intente conquistarte-respondió firmemente y la miré avergonzada.

-Ah, eh.. eso-tartamudeé en un intento por pensar una excusa coherente para esa frase sin que sonara extraña-. No. Yo solo estaba hablando sola.

-¿Segura? -Amadis tomó asiento en un banquillo y me ofreció lugar junto a ella.

Con un poco de desconfianza, acepté. Esa mujer era encantadora y podía sentirme cómoda con ella.

-Cuéntame sobre tus problemas amorosos -comenzó.

-¿Qué problemas? En realidad no tengo vida amorosa.

-Pero para ti eso es un problema -razonó.

-Prácticamente sí, pero de igual forma no creo que sea buena idea hablar sobre eso con una extraña en la cocina de la boda de mi hermana.

-Pues, ya nos presentamos. Además, créeme, en mi vida oí muchísimas historias sobre amor.

-¿Acaso eres terapeuta o algo parecido?

-Soy organizadora de bodas. Tu hermana me contrato. Pero cualquier cosa que me digas quedará solo entre nosotras, ¿si?

Tomé aire ¿Qué podría salir mal al contarle mis problemas a Amadis?

-Ocurre que le pedí a un amigo que fingiera ser mi novio para que mi ex no supiera que estoy sola desde que me engañó con mi mejor amiga -solté rápidamente.

Pero ella no parecía reírse de mí. No se sorprendió. No pareciera que lo creyera extraño. Solo me sonrió dulcemente.

-Entonces ¿Aún sientes algo por tu ex-novio?

-No lo sé. Siento algo extraño. Creo que solamente me hubiera gustado saber que hubiera pasado si él no me dejaba y seguíamos juntos.

-Lo entiendo. El conocido "Que podría haber sido".

-Exacto. -Suspiré-. No sé que debería hacer.

-Tal vez.. solo deberías escuchar a tu corazón.

Quiero Que Me Quieran [CL #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora