Taehyung, un príncipe destinado a ser rey de la oscuridad, fue condenado a un castigo eterno por enamorarse de la persona equivocada. Tras años en un sueño profundo, despierta, descubriendo que su peor enemigo ha regresado, poniendo en peligro ambos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La sangre salpicó hasta el borde de la puerta. Mis ojos estaban completamente abiertos, aterrados por lo que acababa de presenciar. Todo mi cuerpo temblaba, y para empeorar las cosas, alguien detrás de mí me impedía moverme, con una mano firme sobre mi boca.
El pico en el que se había transformado la mano de Changbin regresó a su forma original, pero ahora estaba empapada en un rojo oscuro, al igual que la camiseta blanca que llevaba. Observaba el cuerpo sin vida de Hana con una mirada cínica, casi orgullosa. Una sonrisa terrorífica cruzó su rostro mientras metía la mano en el pecho de Hana, buscando algo.
Escuché el crujido de un hueso romperse, y el sonido constante de la sangre fluyendo, manchando el vestido negro que ella llevaba. Changbin extrajo el corazón de Hana, sosteniéndolo con burla.
—Como supuse, tienes un buen corazón —dijo con sarcasmo.
En ese momento, sus ojos se tornaron completamente negros, y venas oscuras comenzaron a marcarse alrededor de sus cuencas, dándole un aspecto aterrador.
Y entonces, lo mordió.
Changbin mordió el corazón de Hana.
Lo masticaba como si fuera el mejor manjar del mundo. La repulsión se apoderó de mí, y sentí ganas de vomitar. Estaba devorando el corazón de mi amiga.
Tras unas cuantas mordidas más, alejó el corazón de su boca y se puso de pie. Su rostro ahora estaba cubierto de sangre.
—Delicioso.
Se preparaba para dar otra mordida, pero su nariz se sacudió al percibir un olor, y antes de que pudiera reaccionar, el ventanal detrás de él se hizo añicos. Un chico rubio irrumpió en la habitación con una agilidad impresionante, propinándole una patada en el aire que derribó a Changbin.
—Tú... —murmuró Changbin con rabia, limpiando la sangre de su boca mientras observaba al intruso con odio.
El corazón de Hana salió volando con el impacto, cayendo a pocos centímetros de su cuerpo inerte.
—Entonces, ¿el plan de ustedes es drenar y devorar los corazones de todos en la fiesta? —dijo el chico rubio con una mezcla de desdén y asombro. Sacó de su espalda una pequeña espada afilada, listo para atacar.
Changbin, recuperando rápidamente el equilibrio, se levantó para enfrentarlo, y una feroz pelea a golpes se desató entre los dos. Ambos eran increíblemente ágiles, pero el chico rubio demostraba mayor habilidad. Con un golpe certero, clavó la espada en el cuello de Changbin, quien cayó al suelo nuevamente.
Pensé que lo había matado, pero el cuerpo de Changbin seguía moviéndose a pesar de la herida en su cuello. Sin embargo, el chico rubio no dejaba de golpear su rostro con tal fuerza que parecía decidido a matarlo dos veces si fuera necesario.
