CAPÍTULO 1;

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Me desperté debido a un ruído que procedía de las escaleras que llevan a la planta baja de la casa.

Me levanté y por un momento creí que estaba en mi habitación,la de Galicia.

Abrí la puerta,y ví a mi padre bajando las escaleras y cargando con una maleta.

- ¿A dónde vas papá?.- dije extrañada.

+ Me voy de viaje de negocios. En unasemana,o quizá dos,estaré de vuelta.

Me acerqué para despedirme y volvía a mi habitación.

Ví la hora. Las 9:30.

Me tumbé con la intención de volver a dormirme pero no fuí capaz,así que me levanté,salí de mi habitación,y me dirigí al baño para darme una buena ducha de agua fría.

El calor en Sevilla es insoportable.

Que bien se estaba bajo el agua,tan fresquita.

Salí de la ducha,me relié con una toalla el cuerpo,y con otra más pequeña el pelo.

Entré en mi habitación,me sequé y me vestí con un short de tiro alto,una camiseta corta rosa palo,y unas sandalias color plata con brillantitos. Me sequé el pelo,lo peiné y bajé a desayunar.

Cuándo entré en la cocina ya estaba mi madre desayunando,y Julia,nuestra asistenta,le estaba sirviendo el café.

- ¡Buenos días!- dije con una sonrísa mientras le daba un beso en la mejilla a mi madre.

- ¡Buenos días cariño!- dijo ella.

Me senté y me tomé un plato lleno de una mezcla de frutas,acompañado de un zumo de naranja. Que rico está todo.

Me levante dejando lo usado en la encimera,y me dispuse a salir de la cocina,pero antes de que pudiese hacerlo mi madre me llamó,y me giré para ver que quería.

- Dime.

- ¿Podrías ir a hacer unas compras al supermercado que está cerca de aquí?

- Claro,¿y que tengo que comprar?

- Ahí tienes la lista. -dijo señalando hacia la nevera dónde estaba un papel pegado con todo lo que tenía que traer.

Cogí la lista y salí de casa para irme al supermercado.

Comencé a caminar por la acera,y en cinco minutos después ya estaba en aquel supermercado.

La verdad es que no me había costado nada encontrarlo,lo que sí me costó fue caminar a las 11 de la mañana a pleno sol por Sevilla. Dios,me iba a morrir de calor.

Entré,cogí un carrito y ví la lista.

-Leche,un kilo de manzanas,un kilo de naranjas,un kilo de tomates,un oar de botellas de agua y por último algo que me apeteciese a mí.

Después de haber comprado todo lo que ponía en la lista,me dirigí a la sección dónde está el chocolate,galletas y demás.

Revisé las estanterías para ver todos los tipos de chocolate,entonces ví uno. El milka con oreo,mi favorito.

Me fijé en que a mi lado había un chico más o menos de mi altura,seguramente de mi meisma edad,y moreno.

El también revisando las estanterías,y mientras me alejaba ví que cogía lo mismo que yo,el milka con oreo.

Ví la lista para asegurarme de que no me olvidaba de nada,entonces me dí cuenta de que me faltaba coger aceitunas,así que fui a buscarlas.

Después de haberlas cogído,me dí cuenta de que de que el chico que tenía a un metro apróximadamente era idéntico al que había visto antes,pero con la camiseta de otro color. Que raro todo.

Fuí a la caja para cobrar todo lo que había comprado,y me puse en la cola para esperar mi turno.

Me giré,y ví que los dos chicos que había visto estaban detrás mía. Vaya,son gemelos.

Puse la compra sobre la cinta,y la cajera la iba pasando.

Después pagué,guardé todo en unas bolsas y salí a la calle para volver a casa.

Ya llevaba un rato caminado,y las bolsas pesaban demasiado,así que las puse en el suelo para descansar un poco.

De repente escuché una voz a lo lejos que creo que me reclamaba.

- Ey,guapetona.- decía

Me giré y los ví. Eran ellos,los gemelos.

- ¿Necesitas ayuda con las bolsas?- dijo uno de ellos.

-No,gracias,no es necesario. -dije con un tono algo borde.

- ¿Estás segura? Estas bolsas tienen pinta de pesar bastante.- dijo el otro gemelo.

-He dicho que no.- dije todavía más borde,mientras cogía las bolsas y me iba.

Dí unos cuantos pasos hacia adelante y volvieron a llamarme.

-Oye,espera,¿no vas a presentarte?- dijo unos de ellos.

Me giré y les dije:

-¿Y porqué habría de hacerlo? No me gusta hablar con desconocidos,y vosotros lo sois.

- Pero nosotros no te vamos a hacer nada hombre.-dijo uno riendose un poco.

Me dí la vuelta y seguí caminando hasta que dijeron:

-Yo soy Dani.- dijo uno,a lo que prosiguió el otro: Y yo Jesús.

-Yo Sara.- dije sin girarme,y mientras seguía caminando.

-Encantados,Sara. -dijeron los dos a la vez.

Yo seguí caminando sin hacerles caso,y después entré en mi casa perdiendolos de vista.

Dejé las bolsas sobre la mesa y Julia fue colocando cada cosa en su sitio.

Fuí al despacho de mi madre para decirle que ya había hecho lo que me mandó,pero estaba atendiendo una llamada,así que decidí no molestarla,e irme a mi habitación.

Cuándo llegué,me tumbé en mi cama para descansar un poco,y en ese momento en mis amigos de Galicia,pero sobre todo en Claudia,mi mejor amiga. Nos conocemos desde los dos o tres años,y para mi es como una hermana.

Poco después me llamó mi madre diciendome que bajara a comer ya.

Me senté en la mesa,y como siempre mi madre preguntándome que había hecho,si había hablado con alguien,y a repetirme,otra vez,que no hablase con ningún desconocido y bla bla bla.

-Mamá,tengo quince años,ya soy mayorcita,¿no crees?

-Sí,claro que lo eres,perouna nunca sabe con.lo que se puede encontra en la calle...

- Y siempre hay que andar con cuidado.- la interrumpí y dije imitandola. -Ya me los has dicho muchas veces,mamá.

CAPÍTULO 1;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora