¿Cómo llegue a esto? ¿Cómo sucedió esto? ¿Qué es lo que estoy haciendo? ¿Esta bien lo que este pasando? No lo se, no tengo ni la mínima idea de cómo llegue a esto ni de cómo sucedió ni de que es lo que estoy haciendo y mucho menos de que si esta bien o no. Solo se una cosa. Quiero disfrutar este momento, este momento tan hermoso para mi, ok, estoy sonando bastante cursi pero solo digo lo que siento.
En este momento no somos más que un par de jóvenes besándonos bajo la lluvia. Este momento es mío. Mío y de él. De nadie más. Ni de segundos ni de terceros, solo somos el y yo. Sus labios se mueven lentamente, toma mi rostro con sus manos sin parar de besarme.—Aguarda. —lo separo de mi, ¿por qué hice esto? ¿Por qué mi conciencia tuvo que acabar con el momento? —Esto esta mal, ¿por qué lo hiciste?
—¿Por qué no? —dice el levantando una ceja, acabó con el momento romántico gracias a su egocentrismo.
Doy media vuelta y comienzo a caminar.
—Evelyn, ¿a dónde vas? —grita detrás de mi.
—A casa o a algún lado en donde no estés tu.
Me toma del brazo ligeramente y me da la vuelta, nuevamente estamos a escasos centímetros.
—Perdón Evelyn...
—¿Por qué? ¿Por el beso o por qué acabaste con el momento romántico? —Rayos. ¿Por qué dije eso?
—¿Momento romántico?
—Olvidalo.
—Vamos, te llevo a casa. —me mira con seriedad.
—Puedo ir sola, gracias —comienzo a caminar y nuevamente me jala.
—No fue una pregunta —aparte de egocéntrico, gruñón.Comenzamos a caminar hacía su coche y subimos. Una vez adentro enciende el clima y el aire caliente invade el coche. Enciende su coche y comenzamos el trayecto, en un par de minutos ya nos encontramos afuera de mi casa.
—Gracias. —Abro la puerta y al instante Aiden se estira y la cierra nuevamente.
—¿Te veo alrato?
—¿Alrato?
—Si, en la fiesta.
—Oh claro, en la fiesta... Si. —Antes de volver a abrir la puerta comienzo a quitarme la sudadera y me detiene.
—Quedatela.
—Como crees, es del equipo.
—Bueno, pues luego me la devuelves.
—Esta bien... —le regalo una sonrisa que el me devuelve, pero en seguida se da cuenta de lo que acaba de hacer y su rostro se transforma a uno serio.
—Bueno, adiós.
—Adiós...Salgo del coche y camino hacía mi casa, aún llueve y una vez dentro de mi casa, subo las escaleras evitando a toda aquella persona que me pregunte como llego la sudadera del capitán del equipo a mi. Pero mi plan es arruinado al chocar con mi hermano al borde de la escalera.
—¿A dónde vas con tanta prisa? —comienza a reír y disimulo pero se da cuenta, demonios, ahí viene el interrogatorio. —Hey, hey, hey... ¿Qué haces con la sudadera de Aiden? ¿En dónde estabas? ¿Estabas con él? ¿Cogi...
—Basta. —le grito sonrojada antes de que termine lo último. —No seas tonto, como crees, yo con él jamás.
—Entonces... —Me mira con una ceja alzada.
—Entonces nada. Pero dime, ¿tu qué te traes con Samantha?
—Estabamos hablando de ti niña.
—Tu lo has dicho, estabamos, ahora hablamos de ti y de Samantha. ¿Cogi...—le regalo una sonrisa pícara.
—Basta. —dice como yo lo hice hace un momento.
Comienzo a reír como loca y camino hacía mi cuarto.Entro a mi cuarto y me quito su sudadera, la observo. ¿Cómo es posible qué traiga la sudadera de Aiden? ¿Qué fue lo que paso hace un momento? Oh. Besé a Aiden. ¡BESE A AIDEN! ¡Dios! ¡Lo bese, lo bese, lo bese! Oh no, lo bese.... Bese a Aiden, eso esta mal, el tiene novia, es hermano de Samantha, el y yo jamás encajaríamos ¿por qué nos besamos? ¿Por qué me beso? Será mejor dejar esas preguntas hasta el final, prefiero concentrarme en que me beso, lo bese, nos besamos, no importa la razón o la circunstancia... Nos besamos. A mi parecer fue un beso profundo... No encuentro las palabras indicadas para describir el momento vivido, solo se que fue algo lindo, fue algo puro y sincero, causo un gran efecto en mi. Recordar sus dulces labios reposando sobre los míos, nuestros movimientos lentos, su aliento a menta, nuestras respiraciones se convirtieron por un momento en una sola.
—Linda. —doy un brinco del susto y me giro hacía la puerta y la veo.
—Hola Samantha, ¿qué haces aquí?
—Bueno, pues pensé ¿qué me quedo haciendo en mi casa con el torpe de mi hermano si tengo a mi mejor amiga junto a mi casa? Así que aquí estoy.
—¿Soy tu mejor amiga? —¿Cómo es posible que esta chica piense que soy su mejor amiga cuando tenemos menos de una semana de conocernos? —Bueno, olvidalo, como sea; oye, pero pensé que ayudarías a Aiden a arreglar todo para la fiesta.
—Lo se, pero van a ir los chicos a ayudarlo, incluyendo a tu lindo hermano —miro a Samantha y en su rostro tiene una sonrisa de oreja a oreja. —¿Qué?
—Nada, nada —comienzo a reír. —Bueno, ¿qué quieres que hagamos?
—Permiteme. —Sale de la habitación y en un par de minutos regresa con una pequeña maleta y seis vestidos colgando de su brazo.
—Oh no.
—Oh sí.9:30 de la noche, hemos estado literalmente toda la tarde metidas en mi cuarto, a estado haciendo experimentos conmigo.
Al final me decidí por un vestido de ella dorado, la forma que tiene hace que se me vean más las curvas y mi pecho se vea aún más grande, mi cabello esta completamente lacio y la verdad debo admitir que me gusto mucho en como me pinto, es algo sencillo pero se nota la diferencia, mis labios están de un tono carmesí y me encanta como se ve, mis pestañas se ven voluminosas, vaya que si se nota el cambio.—Listo hermosa, nos queda media hora, ya estamos, solo nos faltan los vestidos. —Camina hacía mi ropero y saca los dos vestidos; el de ella es uno color negro parecido al que me pondré yo. —Y los zapatos, te pondrás esto. —Saca de su maleta unas zapatillas doradas preciosas pero bastante altas.
—El vestido lo usare, pero hay dios, las zapatillas ¿acaso quieres qué muera?
—Hermosa, eres una exagerada, no morirás.
—Hay Samantha estas loca.Samantha entra al baño y en un par de minutos sale de él con el vestido puesto y unas zapatillas aún más altas que las que me pondré yo, el vestido le sienta bien, se ve bastante linda. Aún no puedo acabar de creer que Samantha en realidad sea hermana de Aiden, aún no puedo acabar de creer lo que sucedió hace un par de horas bajo la lluvia, besé a ese chico, besé a Aiden.
Samantha pasa su mano frente a mi rostro y regreso a la realidad, le sonrío y tras esto me meto al baño para cambiarme.
Salgo después de un minuto, si, soy bastante rápida; Samantha gira a verme y en su rostro aparece una sonrisa de oreja a oreja.—Te ves preciosa. Serás la más bella en toda la fiesta.
—Claro que no Samantha, tu serás la más linda.
—Las dos y ya —nos soltamos a reír.Tomo mi bolso y salimos del cuarto, bajamos las escaleras y nos topamos con mis papás, Samantha los saluda amablemente y seguimos con nuestro camino. En un abrir y cerrar de ojos nos encontramos afuera de la casa de Samantha, saca la llave y comienza a abrir la puerta y... Oh.
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Ojos color avellana ♡.
Ficção AdolescenteUna ruptura, nuevos cambios, ciudad nueva, cero amor; todo planeado... Hasta que lo vi, hasta que me tope con él, con Aiden, con el hermoso chico de ojos color avellana. ¿Cómo sucedió esto? Larga historia, pero ¿quién lo diría? volver a enamorarme d...