36HORAS

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Pronto serían las 9 de la noche, Eva estaba llegando y aparcando el coche en la cochera de su casa. Lola seguía en el asiento de atrás la única señal de vida que había dado habían sido un par de balbuceos, quitó la llave del contacto y miró a asiento de atrás, vio a su pequeña con los ojos un poco cerrados, tal y como se la llevó de la clínica. Primero sacó las bolsas del tratamiento y la de las cosas que le habían dado, se dirigió al salón y las puso encima de la mesa, después fue al sofá y puso los cojines preparados para ofrecerle a la bebé una buena posición y protección. Fue de nuevo al coche, cogió a su hija de la cintura echandosela sobre su hombro y teniendo preferencia a tocar su pañal medio húmedo.

Colocó a su hija en los cojines le puso el canal de Disney channel en la tv y empezó a sacar las cosas que le habían regalado de la cesta, los bodys, el otro pijama, una buena cantidad de pañales, algunos productos de higiene, un chupete, un biberón y dentro de una caja roja que ponía alimentación había 3 jeringas grandes, muchos sobres plateados con una especie de líquido espeso dentro de ellos, unos tubos y unos aparatos que no sabían para que era uno era curvado de unos 10 cm y otro encajaba con las jeringas y tenían una especie de muelle, automáticamente llamó al doctor y éste le dijo que para alimentar a su hija debía de hacerlo poniendo el primer aparato en la garganta y después girarlo hasta tener bien abierta la esta, entonces metería la goma hasta la señal que tenía, que ya estaba medido, y éste llegaría hasta el estómago de la infante, después podría enchufarle la jeringa y está al otro aparato que media la cantidad y ritmo de la transfusión de líquidos y de los sobres preparados que en cada uno ponía la hora de administración. El doctor también le recomendó que una vez su hija saliera del trance la aguantará mínimo hasta el martes sondada, para ver posibles reacciones ya que, la sonda nasogastrica que su hija utilizaría casi un año era muy parecida, que cualquier cosa o inconveniente le llamara.

Eva por un momento se asustó, no sabia si eso le iba a hacer daño a su hija, pero tenia que alimentarla.

En ese momento, la niña empezó a gimotear un poco incómoda, la madre se acercó rápidamente y entonces notó un olor desagradable, se estaba haciéndo caca encima, a Eva le preocupaba que Lola estuviera pasándolo mal, por lo que se sentó, la puso en su regazo y empezó a hacerle mimos mientras notaba como el pañal se llenaba de la primera caca en el pañal de su bebé grande. Estando en esa postura, la madre cogió una gasa y limpió un poco la baba que le caía, según le había dicho el médico la capacidad para tragar no la tendría en estas horas, por lo que la saliva se escaparía, y tendría que alimentarla con el aparato que antes había visto, cuando terminó le puso el chupete y con la cinta que traía se lo amarró en la nuca. Cuando creyó que su hija había terminado de defecar, la tendió entre los cojines, cogió un pañal, toallitas, crema y comenzó a desvestir a la infante, el pañal estaba bastante lleno, tendría que tener cuidado de no manchar nada al cambiarla. Cuando ya tenía la prenda quitada y sólo estaba en el sucio pañal, comenzó a quitárselo desabrochandolo y retirándolo, con toallitas dejó muy limpia la zona aplicó crema y puso un nuevo y limpio pañal alrededor de su hija, terminó poniendole el pijama de nuevo y sentandola frente a la tv. Ella se encaminó en busca de la caja roja, era hora de alimentarla, preparó todo, lleno dos de las geringas con el preparado de papilla que le habian echo, donde ya se encontraba disuelta la medicación y la otra con agua. Eran cerca de las 10 y media de la noche cuando habia leido completamente las instrucciones de uso, y ya conocia para que era cada cosa, no era mas que una sonda que iba directamente al estómago para que no ubiese posibilidad de ahogamiento, el proceso había que repetirlo cada 4 horas para que la niña, no se deshidratara y tuviese su metabolismo en funcionamien para la medicación. Eva tendió a Lola, quitó el chupete y le abrió bien la boca, cogió el artilugio y pasándolo por encima de su lengua hasta llegar a su garganta colocándolo bien haciendo que la tráquea estuviera bien abierta , la pequeña pasó un mal momento cuando un par de arcadas se le hicieron presentes, Eva con calma esperó hasta que la se terminaron, entonces cogió la sonda orogastrica, que antes habia reconocido como tubitos y empezó a meterla por la garganta centímetro a centímetro hasta la señal que inticaba el punto exacto, ahora tenia que retirar el aparatito, lo hizo sin trabajo ninguno, ya solo estaba la sonda en su boca, unos céntimetros mas abajo de la señal tenia un apósito que se tenía que pegar en la mejilla para que no se le moviera. Una vez la sonda ya estaba instalada, colocó la jeringa en un pequeño aparatito que servía para introducir la sustancia al ritmo adecuado. 20 minutos después con sus cambios pertinentes de jeringas Lola había terminado de comer. Limpió la boca nuevamente de la baba que se habia escapado, limpió todo lo que se había empleado y le coloco un protector a la punta de la sonda, pues esta la debía de tener el mayor tiempo posible. Los somníferos que tenía la papilla empezaron a hacer efecto, Lola quedó dormida en menos de media hora sobre el pecho de su madre. Pasado un tiempo, la madre llevó a la niña a la cama, rodeando a esta de todos los cogines que habia por la casa.

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