Ya conocen mi nombre, ya saben donde vivo, quizás quieran saber que cumplo los 18 ahora en noviembre, o eso dicen. La señora Claudia (dueña del orfanato) celebra nuestros cumpleaños según el día en el que llegamos ahí.
Faltaría describirles como soy físicamente, no es que me considere una modelo, pero tampoco soy muy fea, en realidad soy muy delgada, ojos color marrón y pelo castaño (no muy amistoso).
Hoy es mi cumpleaños y ahí es donde empieza todo.
- Sam, recuerda ir mañana a las 5 mansiones de la ciudad, ya te recomendé y como máximo te pueden dar un puesto de sirvienta en alguno de ellos. - Me dijo la señora Claudia.
- Si señora. - respondí yo.
La malhumorada de Cludia ni siquiera podía felicitarme, ella solo era gruñona y poco afectuosa, mientras más rápido salga de ese lugar, más niños nuevos llegarán, y yo me tengo que hacer la idea de buscar donde trabajar y dónde vivir, sino, nunca podré estudiar.
Hice como me dijo la señora Claudia, fui a 3 de las 5 mansiones que me había mencionado. Nadie estaba seguro de darle trabajo a una "niña tan delgada y desnutrida".
Ya cansada de tanto rechazo, decidí ir a la 4 casa. No era muy grande, pero si muy elegante. Al entrar me encontré con el ama de llaves, ella me entrevistaría primero y si luego le parecía bien, me pasaría con el dueño.
- Samantha ¿cierto?
- Un placer... Señora?
- Lucy, soy el ama de llaves, tal vez quieras decirme que tanta experiencia tienes querida.
- Experiencia? Pues soy la mayor de un orfanato de 43 niños, al menos se limpiar y atender niños.
- El problema Samantha es que aquí no hay niños, sólo adultos.
- Por favor Señorita, necesito un empleo, el orfanato ya no me permite estar un día más ahi, necesito un empleo, necesito ganar dinero para poder estudiar, yo prometo ser invisible y no ocasionarle problemas.
- Lo consultare con el Señor, vuelvo enseguida.
Pasaron unos 20 minutos antes de que Lucy volviera.
- Bien niña, el Señor no quiere verte, pero confía en mi juicio para contratar personal. Empiezas mañana, a las 5:00am. Tendrás que buscar tus cosas y quedarte aquí, este será tu nuevo hogar mientras trabajes aquí. Tu único día libre serán los martes, mientras tanto, esta prohibido salir de aquí sin mi permiso. ¿Todo esta claro?
- Si señora.
- Señorita Lucy para ti.
Si. Si. Si! Tengo un trabajo, mis posibilidades de estudiar cocina y tener mi propio restaurante son cada vez mayores. Tengo que decirle a Tifanny.
Al día siguiente ya estaba en la puerta de la mansión con mi única maleta en manos. Faltaban 15 minutos para las 5:00am. Lucy abrió la puerta y me llevo hasta mi nuevo cuarto, y era mucho más de lo que podía pedir, era hermoso, decorado de blanco y azul claro, una pequeña cama, un pequeño lugar donde poner mi ropa y un pequeño baño para mi sola.
- Ahí esta tu uniforme, lo llevarás todo el tiempo, y por Dios péinate, al Señor no le gusta ver a sus sirvientes mal peinadas, mejor te haces una cola, ese pelo no tiene remedio.
- Si señora.
- Señorita.
- Disculpe.
El uniforme no era tan desagradable, era totalmente negro, pantalón largo y camisa larga. Todo me quedaba grande considerando lo delgada que soy.
- Buenos días belleza. - Escuche que me decía una voz masculina.
- Buen... Buenos días, usted debe ser el Señor de la casa.
- Claro, yo soy el Señor de la limosina, me llamo William, prefiero que me digan Liam. Soy el chofer.
- Oh! Me llamo Samantha, puedes decirme Sam.
El era hermoso, alto, delgado, pelo castaño, ojos muy verdes y una sonrisa encantadora.
- Eres....
Realmente esperaba que me dijera que era hermosa o algo parecido pero lo que estaba por escuchar no era nada cerca a eso.
- Eres la nueva "nany" de el Señor Lucas.
-¿Lucas?
- Si, Lucas. El señor de la casa, como tu le dices.
Nunca me había preguntado como se llamaba el Señor, hasta ahora el no ha mostrado interés en verme o conocerme.
- Para ustedes dos, par de parlanchines, es el Señor Waste. - nos sorprendió hablando Lucy.
- Lo.. lo siento, yo...
- Tu, ya estas tarde para empezar con tus labores..
- Entonces, ¿la cocina es parte de mis labores?
- Ni en tus más anhelados sueños Sam - dijo Lucy despectivamente.
ESTÁS LEYENDO
De Pobre a Rica
RomanceEste es el relato de como pase a ser una chica rica, siendo solamente una pobre. Mi nombre es Samantha, pero todos me conocen por Sam, soy una chica como cualquier otra, de un barrio bastante conocido en los Estados Unidos. ¿Como llegue aquí? Ni yo...