x Advertencia: Mención de muerte.
Los diálogos entre comillas son recuerdos de eventos pasados.
.
La sala estaba más solitaria que de costumbre y él, sin saber qué hacer con el insomnio que padecía desde hace meses, se dignó a servirse una rutinaria taza de té para acompañar su silencio. La noche helada chocó frente a su ventana, indicando el fin de otro desperdiciado día de su existencia.
Así vivía Arthur Kirkland, hombre de veintitrés con un temperamento difícil de entender, amante en secreto de los bailes de salón, conocedor de lo esotérico y lo oculto, huraño con extraños y un cruel con inocentes. Pero que justo ahora, y sin que nadie pudiese observarlo, expuesto ante un sentimiento cruel y frustrante incrustado en el pecho.
Se siente solo y olvidado, pero sabe que es lo mejor para todos. La depresión lo ha consumido por demasiado tiempo que no recuerda con exactitud cuándo fue la última vez que salió de su departamento o siquiera alguien le dirigió la palabra.
Salvo Matthew, un camarada que conoció en la época donde las personas le tenían miedo. No necesitaba la lástima de ese niño ni tampoco deseaba que lo viera en el deplorable estado en el que se encontraba. Sin embargo, ese chico incesantemente se escabulló en su casa para hacerle sentir que no estaba solo y que siempre podía considerarlo su amigo. Arthur se encariñó tanto con él hasta el punto de tratarlo como el hermano pequeño que nunca tuvo. Matty, como le apodó, lo visitó constantemente y cuidaba de él cuando las pesadillas fueron insoportables. Él se convirtió en el paño de lágrimas en quien podía quejarse con total libertad.
"—Arthur, deberías volver a salir y no sólo quedarte encerrado aquí mientras conservas tu pena. Estoy seguro que a él no le gustaría verte en este estado."
Pero tan rápido como llegó, se fue. Matthew dejó de visitarlo, desapareció y nunca más supo más de él. Tampoco lo buscó ni preguntó por su paradero. Simplemente se aferró al sublime recuerdo de haber gozado de un verdadero amigo.
Arthur no tuvo que esperar mucho tiempo para conocer el otro lado de la moneda. Pues tanto como estaba Matty, también estaban las personas que sin una pizca vergüenza expandían rumores sin tener ningún remordimiento de verificar su veracidad. Fueron muchas las patrañas inventadas por sujetos quienes únicamente deseaban ser escuchados por una sociedad llena de prejuicios.
"—¿Recuerdan al joven inglés que vive en el departamento diecinueve? Los del vecindario comentan que no sale de casa desde hace dos meses.
—¿En serio? ¿Acaso su novia lo abandonó?
—¿Novia? Ese tipo andaba con hombres.
—¡Deja de mentir! Es imposible que alguien como él tenga esos gustos...
—No es algo para extrañarse, después de todo tuvo un pasado aterrador. Ya sabes, está ese rumor que fue él quien asesinó a su pareja."
No obstante, y muy a su pesar, los rumores poseían algo de verdad: la muerte de su pareja fue culpa suya.
¿Pero cómo se lucha con algo que desconoces?
Su amante nunca le confió el sufrimiento que cargaba. Su ángel jamás se quejó por las innumerables veces que fue tachado de inmoral, repugnante o asqueroso cada vez que asistía a un lugar público. Él jamás odió o le deseo el mal a alguien. Fue un ser puro y limpio, alguien a quien de ninguna manera debió tocar. Fue un lienzo en blanco que sin reparo manchó con la desgracia.
"—Por cierto, ¿afuera qué clima hay?"
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Come back with me (Asakiku)
FanfictionArthur vive en soledad desde que un odio le arrebató a su amado. Ya nada quedaba en su hogar o en su pasado, ni siquiera una tumba a la que llorar. Posiblemente la muerte logre sanar sus heridas. Pareja: Asakiku (Inglaterra x Japón) •Angst. Hurt/Co...