El Gentíl

Cuenta la leyenda que hace muchos años, cuando todavía no se cuidaba a las tortugas porque había muchas y se creía que nunca se terminarían, las personas cazaban tortugas para hacer una deliciosa sopa con esa carne. También sacaban los huevos de la playa para venderlos a los turistas o llevárselos a las grandes ciudades.

Un día, unos hombres buscaban tortugas en el mar, tenían listas las redes, pero a unos 100 metros de la playa la lancha se detuvo, como si alguien la agarrara con gran fuerza. Los hombres se asustaron un poco, pero tiraron las redes para capturar a las pobres tortugas, sintieron un tirón, señal de que una tortuga había caído en la trampa. Estuvieron ahí por algunos minutos, cuando quisieron sacar la red la sintieron muy pesada, jalaron con todas sus fuerzas y cuando la pudieron sacar ¡se encontraron con una especie de criatura dentro! no parecía normal, sus ojos brillaron con odio, rompió la red y peces y tortugas escaparon. Esta criatura al que después se le diera el nombre de "El Gentil" salto del mar y se llevó con él a uno de los pescadores, de pronto la barca se pudo mover y el hombre que quedó huyó asustado del lugar.

Varios habitantes del pueblo aseguran haber visto al Gentil, el hombre del mar, el "Señor de las Tortugas" que las cuida y protege y aparece por la playa cuando se mete el Sol. La propietaria de una enramada nos contó que una noche también lo vio, estaba en el mar, ya había oscurecido y estaba a punto de irse a su casa, se acercó al agua para quitarse el exceso de arena y a lo lejos vio la figura de un hombre alto. Ya no era hora de turistas y todos los habitantes de Cuyutlán saben que no se debe entrar al traicionero mar de noche. El Gentil salió del agua, se sentó en la arena y volteó su mirada a la señora, ésta al ver que era observada por aquella figura extraña, quedó paralizada, luego de unos minutos, la criatura se levantó y de unos enormes saltos, volvió al mar.

La Señora, varios salineros y pescadores aseguran que el Gentil solo ataca a las personas que hacen daño a las tortugas y a los animales de la zona, aunque los ataques han sido menos, debido a que estas especies son protegidas y tienen su santuario en el Centro Ecológico "Miguel Álvarez Del Toro" mejor conocido como El Tortugario.