Sin pensarlo

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En todo el día de escuela no pude concentrarme, no sé porque pero tenía un mal presentimiento y además estaba en una clase muy ruidosa y lo que más necesitaba era silencio ya que hasta el momento iba a reprobar el grado, todo el día fue así intentando poner la máxima atención posible pero no lo logree, al salir de clases me fui caminando como siempre ya que para desgracia mía era una de las pocas chicas de la secundaria que no tenía un auto pero estoy ahorrando para la motocicleta de mis sueño… aun así mientras no la tenga me gustaba caminar pero hoy no era un buen día, siempre es un trayecto corto hacia casa pero se me hiso una eternidad, cuando comencé a caminar hacia mi calle escuche a lo lejos unos gritos de unas chicas y suspire para que no provinieran de mi casa ya que estaba más que agotada y quería tranquilidad, al llegar a la entrada de mi casa que sentí un olor muy rico y supuse que teníamos visitas y así fue… me di cuenta cuando entre a casa volví a escuchar los gritos, eran consuelo con sus amigas como hacían habitualmente… veían videos del chico ese y hacían reuniones solamente para hablar de él, lo que me parecía absurdo, tenía ganas de dormir y descansar ni si quiera tenía hambre así que decidí subir sin decir una palabra, quería pensar y dormir en paz pero sabía que con las chicas gritando como locas en la habitación de alado no lo lograría, decidí ignorarlas y leer una revista pero después de un rato no pude soportar el ruido… enojada y sin pensar en mis actos abrí su puerta y comencé a gritarles pidiendo silencio y todas sus amigas muy alteradas decidieron irse ya que era una discusión familiar, Consuelo comenzó a llorar pero a mí no me importo me fui sin sentir la menos culpa baje por que sentí sed así que baje a la cocina y estaba como siempre mi madre en su computadora simulando que no escuchaba los gritos que provenían de arriba yo no quise decir nada porque hace poco tiempo se había divorciado de mi padre y tiene que resolver todo lo del divorcio y no quiero molestarla, aunque aun así somos invisibles para ella…luego del almuerzo todos se encerraron en sus respectivas habitaciones y no hubo conversación alguna hasta esa noche.

Siempre estaré ahíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora