4. El gran susto

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—Señor Salim, ya deberíamos marcharnos—
—Dice Klaus aclarando su garganta.
La comida que os habían preparado estaba realmente buena para tu gusto, realmente te podrías quedar a disfrutar un poco más, pero por otro lado, querías ver a tu madre, y eso no te dejaba tranquila.

—Quedémonos un poco más. La nobleza debería informarse más y es una ocasión perfecta. Señorita Lily, ¿puede traerme otro vaso de agua?—
—Pregunto Salim alzando su baso.

—Claro—
—Respondió la joven.
—Vaya, ya no queda. Iré a buscar más. Yuno se ofreció para ir a buscarla, pero está se nego.

—Espera un segundo. Por la noche hace frío—
—Salim le coloco su abrigo y la joven se lo agradeció y salió. Derrepente. Un sonido nos alarmó a todos, salimos rápidamente y vimos el botijo de la hermana roto en el suelo, pero ella no estaba.

—¿Qué sucedió?—

—Ese broche... —

—Era de los que atacaron al señor Salim—
—Menciona Klaus.

—Es terrible. Claro, como llevaba mi manto... La raptaron porque la confundieron conmigo. Sí, tiene que ser eso.
—Dice  Salim.

—No se preocupen. Iré a salvarla—
—Los niños preocupados se arrimaron a Yuno.

—¡Yo también voy, Yuno!—
—Exclama el señor. Y seguido los niños se unen a él.

—No, ustedes esperen aquí. Estaré bien solo—
—Dice agarrando su escoba.

—Espera. Nuestra misión es escoltar al señor Salim. Podrían atacarnos de nuevo. Nos marcharemos enseguida—
—Klaus se coloco sus gafas y miro al frente decidido.

—¡Oye, cuatro ojos!—
—Exclama uno de los niños.

—¿A quién llamas cuatro ojos?—
—Pregunto Klaus alzando la voz.
—Comprendo que estés preocupado, Yuno, pero confiemos en los cuerpos de seguridad de la zona. Nos vamos ahora mismo. Señor Salim, Yuno, Mimosa, Tn—

—Sí—
—Dice Mimosa con la cabeza agachada.

—No me iré—
—Dice Yuno agarrando fuertemente la escoba. Yo tampoco me quería ir sabiendo que an secuestrado a alguién, se supone que somos caballeros mágicos, ¿no?

—Es nuestra misión. Incumplir órdenes es un crimen grave—
—Dice Klaus.

—Aún así, voy a salvarla—
—Responde Yuno decidido.

—¡Yuno!—
—Grita Klaus. Yuno no hizo caso y se marcho.
—Hace lo que le place. Tn, ve trás el, luego iremos nosotros—
—Asentí y agarre mí escoba.

                          
                         ×  ×  ×

—Te perdonaremos la vida. Pero debemos atormentarte un poco—
—Dice un vándalo, rapidamente, saque mi gran arco y apunte al vándalo con una flecha de hielo, este cayó enseguida nada más la flecha le tocó su pecho y se quedo inmóvil.
El hechizo se deshizo y Yuno quedó libre. Alzo la cabeza y me miro con seriedad, me ignoro y siguio su camino.

—Yuno... Eres algo cabezota...—
—Dices seria y lo sigues, pero a unos metros de distancia separada de él.
Desde arriba, pude ver que Yuno estaba muy cerca de la hermana. Descendi con mí escoba y aterrice, escondiendome detras de unos arbustos.

—Alto ahí. Buen chico. Sería horrible que la hermana se quemara su lindo rostro. Al igual que está mujer... pobre de ella... A perdido ya mucha sangre y esta muy débil, e oído que tenía una hija...—

—¡MAMÁ!—
—Grite asustada, llamando la atención de todos. Rapidamente tire una flecha de hielo a la mano del vándalo, de esta manera, congelandola.

—¡Mí mano!—
—Grito.
—¡A-Aún tengo la otra!
—Hace una llama en su mano libre. Corrí asta el lugar donde se encontraba mi madre y la abraze, no pude evitar soltar lagrimas al verla así.

—M-Mamá... ¡Desgraciado! ¡Gran lanza brillante de plata!—
—Mire con mucha irá a aquél vándalo y saque una gran lanza de plata, le atravesé por completo su pecho, no le dió tiempo a reaccionar. Le seguí atravesando una y otra vez sin parar asta que Klaus y Yuno corrieron hacía mí y me separaron del cadáver.
Mimosa tomo el pulso a mi madre y por suerte seguía viva, pero estába muy débil.

—T-Tn... —
—Dice mi nombre, despertandose.
Ya más calmada suspire y Klaus me solto, Yuno hizo lo mismo.

—Escuchenme bién, el deber de los caballeros mágicos es defender a los ciudadanos... —

—¡¿Esto es defender a los ciudadanos?!—
—Pregunte cabreada y algo agitada.
—¿¡Y sí huebieran matado a mí madre!?—

—¡Deja de interrumpirme!—
—Exclamo molesto, ya más calmado suspiro y continuo.
—Me resultó extraño desde el principio. No atacaron a Salim, si no a ti. ¿Crees que un noble querría venir aquí? ¿Que comería nomobatatas por gusto? Lo lamento, pero yo no. Y dudo que confundieran a la hermana con Salim. Para empezar, era sospechoso que Salim pidiera como escolta al que lo derrotó. Y a la que derroto a su prima—
—Explica Klaus.
 
                        
                         ×  ×  ×

—Por eso usé mi Magia de Creación Vegetal: Flor de la Verdad—
—Dice Mimosa.

—Lo confesó todo—
—Dice Klaus.

—¿Y cómo nos encontraron?—
—Pregunto Yuno curioso.

—De nuevo, gracias a Mimosa. Por cierto Tn... Controla más tus rabietas porfavor...—
—Te miro con una sonrisa timida.

—¿¡RABIETAS!?—
—Grite con los brazos cruzados.

—Te ves linda cuando te enfadas así... —
—Murmuro, Mimosa solo solto una pequeña risa.
—Tu madre se pondra bien, sí necesitas unos minutos con ella... —
—Le interrumpiste y abrazaste a todo tu equipo riendote sin parar.

—¡O-Oye! ¡S-Suelta!—
—Exclamo Klaus algo timido y sonrrojado. Encuanto a Yuno y Mimosa se rieron con tigo.

¡Espero que les allá gustado! Muchas gracias a todos/as por su apoyo, cuando lleguemos a las 100 visitas haré un especial :D

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—¡Hasta pronto!—

Black Clover Trévol de seis hojas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora