Capitulo 7. Situaciones ya, habituales

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Me detengo justo delante de la clase antes de entrar. Recuerdos del día de ayer vienen a mi mente haciendo que frunza levemente el ceño. Tiro mi cabeza hacia atrás soltando el aire retenido en mis pulmones y sacándome todas esas imágenes de la cabeza. Ahora todo eso queda atrás. Todo lo que ha pasado tiene que quedar en el pasado. Ahora supongo que él ya no irá detrás de mí, por lo que se supone que tendría que estar relajada, y en cierto modo, feliz. Entro por la puerta yendo hacia mi mesa dejando las cosas encima. Ya sabes Eli, compórtate como siempre. Compórtate como…

–¡Ala! ¡Ya llego Elizabeth Garcia! –escucho como me sacan de mis pensamientos unos tres chicos que se acercan a paso rápido. Veo como uno se sienta delante de mí y los otros dos se paran a mi costado atosigándome a preguntas provocando que me tire un poco hacia atrás. ¿Qué?– ¿Qué clase de chicos te gusta?

–No me digas… ¿Quizá prefieres a las chicas? –comienzan a decir con unas sonrisas burlonas provocando que haga una mueca y me tire un poco más hacia atrás.

–Eh… –digo mirándolos a los tres. ¿Por qué me hacen estas preguntas?

–¡Jamás imagine que conocería a una chica que despreciara a Daemon Garcia! –dijo el chico que estaba sentado enfrente mío con… ¿una sonrisa de oreja a oreja? Siento como mis músculos se tensan al escuchar esas palabras. ¿Despreciar? Yo no lo desprecio. ¿Por qué dicen estas tonterías? ¿No se suponen que son amigos suyos?

–¿Eh? ¿Entonces que eso no significa que…? –Escucho como dice el chico que tengo a mi lado–. ¡Acabo de tener una idea interesante! –Sin darme cuenta, se acerca hacia mí y me rodea con su brazo cogiéndome del hombro, acercándome más hacia él. ¿Pero qué?– ¡A partir de ahora, Elizabeth será mi chica! –dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

–Espera un minuto… –le digo dirigiendo mi mirada hacia él frunciéndole el ceño. ¿Pero qué es lo que le pasa?

–¿Eh…? –escucho que dicen los otros dos chicos a la vez, haciendo una mueca y mirándolo como si estuviese loco.

–¡Déjame ir…! –le digo comenzando a moverme para zafarme de su agarre, aunque no me hace ni caso. ¡Suéltame!

–¿No lo ven? Si le gusto a Elizabeth, ¡eso me hace mejor que Daemon! –dijo haciendo más fuerte el agarre con una sonrisa tonta en la cara. Hago más fuerza al ver las risas tontas que tienen pegadas en la cara. ¡Suéltame!

–Imposible –escucho una voz grave detrás de mí cogiéndome del brazo y apartándome rápidamente del chico posicionándome detrás de él. Tapando mí vista detrás de una gran espalda. La espalda de… ¿Daemon?– Échate un vistazo –dijo con una voz totalmente fría–. ¿Por qué le gustarías a Eli?

–Daemon… –dijo el chico que segundos antes me tenia sujetada. Doy un paso al costado para poder ver. Veo como el chico que antes me sujetaba ahora estaba haciendo una mueca, con la cara totalmente rígida dando un paso hacia atrás. Subiendo las manos hacia arriba como cuando los culpables lo hacen obligados por la policía. Parecía… ¿Asustado? Levanto mi rostro fijándome en Daemon. Aunque mejor dicho, en su nuca y su pelo oscuro tirado ligeramente hacia arriba. Veo como ladea un poco su cabeza y siento como sus músculos se tensan y se hace un poco más fuerte su agarre en mi antebrazo.

Espera un momento. ¿Acaso me está defendiendo? Un pequeño cosquilleo comienza a crecer en mi estomago.

–Elizabeth no es la clase de chica interesada en un coqueteo casual. No es una chica cualquiera. Ten eso en mente –escuche como decía con una voz neutra. ¿Eso es lo que piensa de mí? Siento como se forma una pequeña sonrisa en mis labios. Aunque rápidamente la reprimo para que nadie se dé cuenta–. Asi que si no eres sincero, no juegues con sus sentimientos. Sería un grave error si lo hicieras. Y lo sabes. –dijo poniendo una voz más dura y fuerte diciendo esta última frase.

Todo tiene un comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora