El Escarabajo Amarillo

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Nota: bueno, a ver cómo cae este pequeño enredo de mi mente. Esta es una historia ubicada al final de la temporada 6, basada un poco en la idea de la temporada 7, pero sin parecerse a ella casi en nada.

 Disclaimer: OUAT no me pertenece, le pertenece a Adam Horowitz, Edward Kitsis y ABC. Yo los pido prestado. Si fueran míos hace tiempo que Regina y Emma estarían casadas y de luna de miel en algún lugar del Caribe, con muy poca ropa jajaja 

Es un SwanQueen y es lo que hay! Cuentenme por favor cómo les va cayendo. Este proyecto es un pelín más serio que mis fanfics anteriores, pero me apetecía mucho escribirlo e intentar sacar provecho un poco más a mi imaginación.  ¡Se admiten preguntas! También críticas! Me disculpo por los errores desde ya, siempre hay, aunque los repase. 


Capítulo 1: El escarabajo amarillo.

Storybrooke, Maine. Storybrooke, la ciudad oculta, la ciudad pérdida, la ciudad donde el tiempo transcurre, pero a otro ritmo. Uno que puede acelerarse o detenerse. Todo depende del humor de algunos de sus habitantes o de alguno de sus visitantes. Hoy, con el hada negra derrotada, el tiempo se movía hacia adelante al ritmo habitual. Era tan común y tan aburrido. Al menos para Regina. Ella se había pasado 28 años siendo la alcaldesa y volvía a serlo, a todos los efectos. No es que le molestará pelearse por y con la gente de ese pequeño pueblo desnaturalizado, pero, después de tantas amenazas y emociones, que su mayor problema fuera hacer maniobras con su presupuesto no tenía ni una pizca de motivante. Eso lo tenía bien dominado. Bueno, se engañaba. Su mayor preocupación no tenía nada que ver con su puesto como alcaldesa.

Esa preocupación tenía un nombre: Emma Swan. Desde que la sheriff se había casado con el 'patán pata de palo', la relación entre las dos se había distanciado lo suficiente como para que resolvieran todos sus asuntos hablando de Henry. O encontrándose cada equis semanas para cenar en casa de Snow y para un café sin mucho de lo que hablar en la cafetería. Hubo una época en la que considero a la rubia su amiga, etapa que había quedado muy lejos de su presente. Ya sea por su vida de casada o por sus asignaciones como sheriff de un pueblo sin peligros incipientes, Emma había decidido mantenerse a una distancia prudencial de ella. Apenas, algunas veces, la miraba como si quisiera que la entendiera, como si estuviera resistiéndose a hablar. Como si esperará que ella la comprendiera sin que tuviera que decir nada.

Regina en muchas ocasiones había tenido la capacidad de entender a Emma sin palabras, pero con tanta distancia y con tantas interferencias entre las dos ya no se sentía conectada como antes. Ya no sabía si podía ni siquiera considerarla su amiga. Era la otra madre de Henry, o la sheriff, una de sus empleadas. Tenía a su hermana Zelena y también a Snow, pero como iba a hablarles a ellas de esta sensación de intranquilidad que sentía en el pecho cada vez que la veía. Cada vez que se acercaba. Todos creían que Emma era feliz, se había casado con su amor verdadero. Todos lo creían fervientemente, pero Regina no la notaba más feliz. No la notaba pletórica como a Snow cuando se casó con Charming. Ellos brillaban mirándose; Emma solo caminaba y sonreía incómodamente a quién se cruzaba cuando estaba con Killian. Y cada día hablaba menos y menos. No entendía como sólo ella lo advertía. ¿Nadie más se daba cuanta de esos imperceptibles cambios en el comportamiento de la salvadora? No, estaba claro que nadie parecía inmutarse. Eso o ella se lo estaba imaginando, aunque pocas veces su intuición fallaba respecto de las personas que la rodean.

Ahí estaba otra vez esa mirada. Entrando en Granny's para la celebración que los Nolan habían organizado, Regina pudo percibir otra vez aquella sonrisa fatigosa, la mirada perdida y el silencio de siempre. ¿Qué demonios quería Emma Swan? ¿Por qué no dejaba de mirarla de reojo y le hablaba de una vez? Separadas por Henry, el cuerpo de la alcaldesa hacia esfuerzos para no mirar a la mujer con la que compartía a su hijo. Esfuerzos que concentraba en tratar de hablar con Gold y Belle. En parecer distendida, en sonreír. En no preocuparse. "Si quiere hablar conmigo, que me hable y ya", pensó tratando de no revelar ninguna señal de tensión. Gold estrechó los ojos y ella tragó saliva.

La última Esperanza (The Last Hope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora