Tus labios ya no me llaman.
Tu sonrisa ya no remueve en mi nada.
Tu pelo ya no es tan suave como antes.
Tú ya no estás en mi mente mendigando por algo que no va a pasar.
Porque tú no y yo sí.
Porque me muero por dentro pero no hay esperanza.
Porque ya no provocas nada en mí, porque me lo provoco yo sola.
Escribo esto para intentar quemar tu recuerdo.
Ese recuerdo que me atormenta.
Me ahoga las entrañas de culpabilidad.
Porque lloro al sentirme culpable al saber,
que costará volver como antes por mi actitud.
Porque sé que he hecho que te sientas fuera de onda,
y me odio por ello.
No sé si te superaré, porque te has quedado encerrada
dentro de mí y has tirado la llave
al fondo del océano,
y no tengo llave de reserva.