Hola. Supongo que no sé como empezar esto. Sería una tontería decirte que me gustas, porque lo sabes y lo sé. Escribo esto con la esperanza de poder pasar la puta página de unan vez. Porque no para de decirme que te he superado pero siempre acabo echándole un vistazo a esa maldita hoja donde todo era distinto y había ilusión y esperanza.
Cuando me enteré de que no había plazas para poder irme a Irlanda me cagué en todo porque quería irme, porque alejarme miles de kilómetros de ti quizás haría que , por fin, pudiera superarte.
Yo, por una vez me veía de verdad con ese alguien. Porque nuestras personalidades se complementaban o simplemente porque lo quería así. Pero la hostia contra el muro fue inevitable. Sabía que iba a dármela, pero no esperaba que fuese a 120 por hora con la venda en los ojos.
Quiero pedirte perdón por haber cambiado mi comportamiento radicalmente hacia ti, porque no te lo mereces. Pero duele tanto, que un roce me pone incómoda.
He llegado a pensar en la posibilidad de que dentro de poco, quizás un par de meses, ya no sienta esto. Pero ha pasado a penas un mes y se ha hecho eterno. No sé que cojones me pasa contigo. Qué puto problema hay. Nunca me había costado tanto desilusionarme de algo como contigo.
Escribo esto para autoconvencerme de que después de esta carta, te dejaré ir en paz como un recuerdo agridulce de la adolescencia, pero no sé si podré tan fácilmente.
Quiero volver a pedirte perdón por portarme tan distante contigo; por ser tan cobarde de no haber podido hablar contigo cara a cara porque no tengo valentía.
Supongo que esto es un adiós metafórico,
asi que
Adiós.
