Amarillo: Primera veces

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—¿Estás segura que es una buena idea?

—No.

La ahora ex-pelirosa volteó a ver a la castaña con ojos de terror.

—Sookie...

—Es broma unnie, te prometo que vas a quedar preciosa.

—Más te vale, o cortare tu flequillo mientras duermes.

Ambas se encontraban en el baño de JungSook, la castaña con guantes y una brocha colocaba con cuidado el peróxido en el cabello de Jimin, para lograr un rubio más intenso que el que había quedado después de la extracción de color. La más baja traía una vieja playera de JungSook y manchas de químico manchaban la tela, puesto que no se quedaba quieta.

—Ya está, ahora sólo hay que esperar unos minutos.

JungSook se quitó los guantes y enjuagó la brocha antes de colocarse de cunclillas frente a Jimin, tomando sus manos y acariciando los dedos gorditos con los suyos. 

—¿Qué tanto me ves?

—Lo bonita que eres unnie. 

Jimin se sonrojó, antes de darle un manotazo. Desde el día que habían confesado sus sentimientos era como si a la castaña le hubieran quitado un filtro, si bien solía hacerle cumplidos de vez en cuando, ahora la bombardeaba de manera constante con ese tipo de comentarios que dejaban a Jimin sin saber qué decir. 

—Pero qué cosas dices.

JungSook sonrió con su característica y conejil sonrisa y Jimin sintió ganas de besarla. Cosa que hubiera hecho si su pelo no hubiera estado lleno de peróxido y sus movimientos limitados. Mientras veía a la castaña juguetear con sus dedos, las palabras que venían quemando su lengua desde hacia días salieron de su boca.

—Oye...

—¿Mmmm?

—¿Saldrías en una cita conmigo?

Los ojos de la castaña dejaron sus manos entrelazadas y subió la mirada, sorprendida por la pregunta. Sus grandes ojos confundidos como un conejo lampareado.

—¿Qué? —dijo la rubia.

—Pensé que eso habíamos estado haciendo.

Lo cierto es que las cosas no habían cambiado mucho desde la confesión, sus rutinas habían sido prácticamente las mismas: comer en la cafetería, salir con sus amigos, ir al santuario de conejos... el único elemento nuevo en la ecuación eran los besos fugaces que de cuando en cuando se daban.

—No se sintió como algo diferente a lo que ya hemos hecho. Quiero llevarte a un lugar bonito. Déjame consentirte ¿sí?

La castaña se sonrojó un poco.

—De acuerdo. Y ahora vamos a quitarte eso antes de que se te caiga el pelo.

—¡¿YAH, A QUIÉN SE LE  VA A CAER EL PELO?!

JungSook soltó una risita antes de ayudar a Jimin a colocar su cabello en el lavabo y retirar con paciencia todo el producto, quedando su cabello rubio con un subtono amarillo pollo muy marcado. 

—Ereeees un pollitooooo. 

—No soy un polli-¡JUNGSOOK MI CABEZA PARECE UN HUEVO! —gritó la rubia al verse en el espejo y notar el color. 

La menor se rio disfrutando de la cara de terror de Jimin antes de sacar el shampoo matizador. 

—Unnie, rompes mi corazón ¿Es que no confías en mí?

La rubia la observó con un gesto mortal antes de JungSook se acercara, tomara sus cachetes apretándolos hasta que sus labios quedaron en una trompita y la besó insistentemente. 

#5 Amarillo ☆ Jikookmin Fem O.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora