𝓗𝓾𝓰 𝓜𝓮 [ꜱᴇʙᴀᴇᴋ]

10

BaekHyun se sintió jodidamente culpable.

—No, SeHun. No fue así... realmente no puedo decírtelo-

—Es alguien que conozco, ¿no? Debido a eso no quieres decírmelo.

SeHun respiraba entrecortado, quemándolo con la mirada. BaekHyun deseó desaparecer de allí.

—No.

—Lo es. Lo sabía. —se revolvió el cabello, frustrado.

—Deja que responda, tu no sa-

—¿Es TaeYong? Pasan demasiado tiempo juntos en la empresa.

—¿Qué? ¡No! —estaba a punto de entrar en pánico.

—Entonces es ChanYeol, ¿cierto? o tal vez es...

—¡Cállate! —gritó.

SeHun dejó de hablar, mirándolo desconcertado. Su expresión se suavizó al darse cuenta de los ojos rojos de Baekhyun.

—Lo siento.

—De todos modos, ¿qué jodidos te importa a ti quién es, SeHun? ¿qué jodidos importa? Quieres que hable, pero no me dejas hacerlo. Sacas conclusiones tú mismo, no tienes idea de lo que siento y no comprendes lo difícil que es para mí. Todos estos días tenía miedo de salir de mi habitación, no quería cruzarme contigo porque sabía que si te veía me lanzaría a tus brazos como un estúpido y me iba a importar una mierda lo realmente mal que está. No todos los días descubres que tienes sentimientos encontrados por tu compañero de trabajo, y peor aún, de tu mismo género —las lágrimas se resbalaron por sus mejillas— ¿Sabes cuánto duele?

BaekHyun retrocedió un paso, dándose cuenta de lo que acababa de decir; ya todo estaba perdido. Se había prácticamente confesado ante él y se preparó para recibir un golpe. Prefería eso a un SeHun con expresión de repudio y voz fría diciendo 'Me das asco, BaekHyun. Piérdete para siempre de mi vida'.

—BaekHyun... Hyung, de verdad lo sien-

—No. No sigas, por favor. Entiendo si no quieres volver a hablarme en tu vida, entiendo que no quieres perjudicar al grupo y te doy asco —sollozó, sintiendo su corazón roto—. No lo he elegido, yo no he elegido esta mierda. Pero por favor, te ruego que no comentes esto. Me arruinaría.

La voz de BaekHyun sonaba desesperada y ahogada por las lágrimas, su corazón se partió en dos al ver que SeHun no fue capaz de siquiera mirarlo a la cara.

Decidido a conservar la poca dignidad que le quedaba, volteó para irse de la habitación y no volver jamás. Lo único que deseaba era tirarse a su solitaria cama, llorar y llenar un cubo con sus lágrimas hasta que el vacío en su pecho al menos se llenara con ello.

No obstante, SeHun no se lo permitió. Lo tomó de la muñeca, pegándolo contra la puerta de madera casi de forma brusca. Su corazón se aceleró de manera brutal, abriendo los ojos como dos platos.

—No, no quiero que te vayas —susurró.

Estaban tan cerca que el menor tuvo que inclinarse hacia abajo para ver a BaekHyun a los ojos.

Con profundo dolor, le habló, mirándolo fijamente, intentando que un sollozo no escapara de su boca.

—No hay nada más que hacer, SeHun. Tú en realidad me detestas después de lo que...

Su frase quedó en el aire, cuando sintió húmedos labios posarse sobre los suyos, absorbiendo sus lágrimas.