Una carta para ti, de mi.

La carta del adiós.

Habría querido saberlo desde un principio, pero lo he negado tanto tiempo.

Aquí estoy cariño, esta es mi historia. Quiero contarte cada pedazo de lo que mi corazón sintió. Probablemente me rompa en el proceso, pero habré hecho algo bueno y es por mí.

A esto que tanto le temía, me atormentó desde aquella vez que volví a verte. Quería que no me sucediera, pero luego de tanto tiempo me encuentro aquí, justamente con todos esos sentimientos a los que temía, a pesar de los pocos momentos que vivimos juntos.

Te cuento que esto me parece injusto, sí. Yo no quería tener ninguna expectativa sobre ti. No quería ilusionarme, porque sabía que podía fallar. Pero, creo que sin más mi corazón se involucró demasiado en ti. Hubo una tarde que estuvimos juntos, fue mágica. Mi corazón atesora ese momento como culmine de todo lo que siento. Luego, yo no podía soportar tu indiferencia. Sabia, lo que estaba sucediendo. Cuando te ofrecí mi amor incondicional, mi corazón. Todo lo que quisieras, pero también te dije que si no podíamos estar juntos que me soltarás, que me dejarás encontrar a alguien más. Deseaba que tú también encontrases a alguien y seas feliz. Me dolió tanto aceptar que me dejabas. No podía aceptarlo. El no tenerte, que me hayas dejado. Teníamos tanta química, en el fondo sabía que sentías algo por mí.

Lloré y me encontré con un dolor tan intenso que no quise hacerlo más.

Meses más tarde nos volvimos a encontrar, cuando recuerdo ese instante en el que te acercaste a saludarme yo me sentí completamente maravillada, no podía dejar de admirarte. Pensaba que había olvidado que lo que sentía, que era cosa del pasado. Pero cuando te sentaste a mi lado no podía mantenerme quieta. De repente estaba naciendo de nuevo esa ilusión que tengo contigo, que ibas a hablarme, me ibas a mirar a los ojos, ibas abrazarme. Ibas a decirme que me extrañabas. En toda la noche trataba de no hacerme ilusiones, así que mentalmente tuve un mantra "no va a pasar nada" no puedo asegurar cuantas veces lo repetí, pero no sirvió para retener a mi corazón, mis sentimientos, mis falsas ilusiones.

Entonces recaí una vez más.

Entendí que iba a tener un largo proceso de aceptación, de poner en palabras a lo que nunca supe explicar. En medio de tanta reflexión, te extrañé. Quise volver hablarte, intentar una vez más. Pensando que si podía estar contigo luego podía irme y seguir adelante, pero me quedaba mucho por hacer. Y no te escribí, no te llame. Me dolía que tuvieras tanto poder sobre mí, porque sabía que si me rechazabas iba a tardar un segundo en hundirme más de lo que estaba. Decidí que tenía un orgullo por mantener. Que debería darte la razón y respetar tu decisión sobre que hagamos nuestros caminos por separado. Pensaba que podía molestarte si te escribía y eso me dolía. Así que mande al fondo de mis pensamientos estas cosas y con el paso de los días fui analizando paso a paso todas las cosas, cambiando la perspectiva. Tratando de encontrar el porqué de todas mis acciones, de mis sentimientos.

En medio de mis reflexiones, siempre quería estar contigo. Me imaginaba que un día cuando pasarán los años íbamos a volver a vernos y la magia resurgiría, recuperaríamos el tiempo perdido, me dirías que te habías equivocado, viviríamos juntos y seríamos felices. Un día deje esa fantasía, porque es algo que no va a suceder, tenía que comenzar a ponerle nombre a lo que yo siento todavía y es que estoy completamente enamorada de ti.

Lloré porque cuando las palabras fueron consientes para mí el dolor me abarco con fuerza, mis emociones me desbordaron. Me dolía el cuerpo, respirar. El no haberte tenido, no poder vivir todo lo que quería hacer contigo. Quería que fueras el primero y lo fuiste, lo seguirás siendo. Tenía tantas ganas de contarte que aquella vez yo me enamore, aunque no tenga sentido hacerlo. Quería que supieras que te amaba, mi corazón lo hace. Lloré otra vez porque no iba a decírtelo, no podemos volver el tiempo atrás. Nosotros no estábamos destinados a estar juntos, pero me enamore y no ser correspondida me rompió el alma.

¿Cómo hago para vivir sin ti, si estoy enamorada?

Todavía tengo ganas de llorar, por no tenerte. Sentir que me he perdido tanto. Mi corazón quiere encontrarte y amarte, pero sé que si no es reciproco no es amor. No logro comprender como me enamore, en que momento fue...

¿Cuándo me dijiste que lo intentáramos? ¿Cuándo me preguntaste si iba a besarte? ¿Cuándo me dijiste que me extrañabas? O más adelante ¿Cuándo me preguntaste donde había estado todo este tiempo? ¿Cuándo escuchaste los latidos de mi corazón? ¿Cuándo me abrazaste fuerte? ¿Cuándo entrelazase tu mano con la mía? ¿Cuándo te dije que no, porque quería que sea especial. Que sintieras lo mismo que yo y estaba insegura. Pero, vos me dijiste que no pasaba nada? ¿Cuándo me dijiste que fuéramos por caminos separados y llore por primera vez por ti?

Nada, ni nadie va a cambiar esto. Pero, quisiera que pensar en esto no se vuelva doloroso, que pueda hablar libremente sin avergonzarme porque todo el mundo es muy feliz y a mí no me toco. Que pueda hablarlo sin sentir un nudo en la garganta y una acumulación de lágrimas que amenazan con salir sin dejarme hablar. Sin sentirme desgraciada. Que la soledad no me pese, que estar conmigo misma sea una buena calidad de tiempo. Probablemente siempre te amé, porque eres el primero. Pero ¿puedo asegurarme que pueda volver a sentir lo mismo por alguien más?

Yo sé que a veces pienso que debería haber hecho más, pero me detuve al saber que no iba a tener nada a cambio. Y no quiero seguir planteándomelo, no quiero pensar que siempre voy a mantener la puerta abierta para que vuelvas. Se siente como si este sentimiento nunca va a terminarse, un pequeño infinito. Por las noches siempre mientras me estoy durmiendo pienso que te abrazo y la noche siguiente sucede lo mismo. No sé si esto me va a seguir pasando por muchos años más, pero es un vacío que llevo y por las noches hace que lágrimas se derramen por mi rostro. Porque tengo que vivir sabiendo que la primera persona que amo no la puedo tener a mi lado. A veces se torna difícil cuando todo el mundo es tan feliz, me alegra tanto y me entristece a la vez.

Espero un día poder recordar sin que duela, poder verte y preguntarte como estas sin ilusionarme. De verte feliz, de ser feliz. Que encontremos la paz que no tuvimos, que los monstruos debajo de nuestra cama nunca vuelvan a salir. Cuando te recuerde sonría, porque a pesar de que me duela estar sin ti. Eres una de las mejores personas que conocí, con tus virtudes y defectos, eres preciado para mí, porque tú vas primero para mí. Porque siempre lo fuiste, así como decidiste que no merecías mi amor. Yo deseo que tú seas siempre feliz.

Que la vida deje de hacernos tristes, nos llene de alegrías y sonrisas. Que te abunde el amor, el que no pude darte. El que siempre llevaré en mi corazón.