𝓗𝓾𝓰 𝓜𝓮 [ꜱᴇʙᴀᴇᴋ]

11

Cerró los ojos fuertemente, sintiendo como si un balde de agua fría le cayera encima. Los labios de SeHun eran tibios, contrastando con su cuerpo de hielo y recorrido por escalofríos. Tuvo el impulso de tomar con su puño la camiseta del contrario y pegarlo más a su cuerpo, pero tenía miedo de que aquello se acabara o esfumara como si fuera solo una cortina de humo frente a sus ojos.

Sentía sobre cualquier lugar, menos en la tierra. La sensación era como protagonizar un sueño de película: los labios del menor comenzaron a moverse con algo que quiso creer era necesidad sobre los suyos. Cerró los ojos, comenzó a corresponder al beso y optó por tomarlo del cuello para profundizar. Cosquilleos le recorrían por todo el cuerpo cuando SeHun tomó firmemente su cintura y lo pegó a él.

—SeHun-ah, ¿todo bien? Sentimos un golpe.

Se separaron tan rápido como pudieron, alejándose de la puerta. Por suerte, a ChanYeol no se le había ocurrido abrirla.

BaekHyun miró con alarma al más alto. Por muy poco los descubren.

—Si, todo está bien. Solo se me ha ido la mano y he cerrado la puerta demasiado fuerte —evitó que su voz sonara agitada, fracasando.

De igual forma, ChanYeol no hizo algún comentario al respecto.

—Okay. También he venido a preguntar si te anotas para jugar Fortnite conmigo y JongIn.

—No, ahora no puedo porque... estoy por tomar una ducha —mintió, manteniendo aún contacto visual con BaekHyun.

—Lo mismo. Yo te he avisado, Hun.

Escucharon como se alejaba por el pasillo. Silencio dominando la habitación. El ambiente tan tenso e insoportable otra vez. La cabeza de BaekHyun dio mil vueltas por segundo. Se sentía confundido, ¿por qué SeHun había hecho eso? Suspiró, atrayendo la atención del otro

—¿Por qué lo has hecho?

El menor miró hacia el suelo y luego a los ojos del castaño otra vez. Sus ojos reflejaban inseguridad y confusión.

—No lo sé. Ha sido... un impulso —tomó su cabello entre sus puños.

—¿Solo un impulso? 

El silencio sólo hirió más a BaekHyun.

Trató de evitar que su voz no saliera rota, pero fracasó. Su ya quebrado corazón fue tirado al suelo, pisoteado y arrojado a la basura.

—¿Por qué juegas conmigo?

—Lo siento, Hyung.

Estaba harto de escuchar huecas y simples palabras. Aquellas disculpas no arreglarían nada, ¿no podía decirle otra cosa?

Las lágrimas querían salir otra vez, pero no estaba dispuesto a permitirlo y decaer por segunda vez.

—Es mejor que no hablemos de nuevo. Frente a los chicos y las cámaras fingiremos que todo está bien si es necesario, pero no quiero que vuelvas a acercarte a mí por tu propia cuenta. Yo tampoco me acercaré a ti.

Se felicitó por sonar decidido y sin alguna emoción que delatara lo roto que en realidad estaba por dentro.

Salió, azotando la puerta y dejando los trozos de su corazón en el suelo de aquel cuarto, junto a los de SeHun.