—¿Podemos hablar?
—Hagamos como su nunca hubiera pasado, como… como era antes.
No.
Yugyeom no quería eso.
No quería que fuera como antes.
Su vida había sido triste, llena de alcohol y sexo desenfrenado antes de conocerlo.
No quería definitivamente volver a eso, donde cuando llegaba a su casa quien lo recibía era la fría soledad.El deseaba realmente llegar y ver la luz encendida de la cocina y encontrarlo dentro de esta preparando lo que sería la cena o cuando se encontraba en el estudio diseñando cosas y le miraba para voltear al reloj y cerrar los ojos apenado disculpandose por no darse cuenta de la hora y proponer pedir comida al restauran de a un lado o la pizza que amaban para al final del día hacer el amor y decirse que se amaban y finalmente caer rendidos en los brazos del otro.
Eso era lo que quería.
No quería que fuera como antes.
—Jungkook, yo-
—Por favor déjame solo— pidió.
—Yo…te amo.—dijo suplicando a los dioses que dijera lo mismo y todo se resolviera, que llegara a casa y durmieran juntos para al final despertar al día siguiente y se diera cuenta de que era una pesadilla.
El silencio del otro lado de la línea le hizo saber que eso era tan real que su ilusión de volver a verlo entre sus brazos se disolvió.
Finalmente no evitó dejarse caer en el suelo cuando se escuchó que colgó y las lágrimas cayendo por sus ahora pálidas mejillas.
Metió su cabeza entre sus piernas esperando que Jungkook lo tomara en sus brazos y dijera que todo estaba bien, que se iba a resolver.
Pero nunca pasó.
Solamente la soledad se abrió las puertas de su departamento y le sonrió a su antiguo compañero.
¿Cuanto tiempo se iba a quedar allí?
¿Debería ir por él? ¿Plantarse frente a su casa aunque muriese congelado?
Lo haría.
Así que tomó su sudadera azul, esa que le había regalado en la navidad pasada y salió corriendo a la casa de a quien amaba y esperaba su perdón.
Sentía sus pulmones arder por el clima tan frío que había y sus piernas quemar, porque jamás había corrido tanto en tan poco tiempo.
Vió la luz encendida del que antes era su departamento, así que comenzó a lanzar piedrecitas a la ventana, esperando pacientemente a que alguien se asomara.
Jungkook talló sus ojos con cuidado, llevaba llorando demasiado tiempo y aunque sabía que era imposible sentía que se iba a secar por dentro, su corazón carcomiendo cada sentimiento de amor que alguna vez hubo, dejando apagar la llama que alguna vez cuidó y encendió con lentitud todos los días.
Al escuchar golpes en la ventana imaginó que se trataba de su amigo, quien fue su roomie antes de irse a vivir con Yugyeom.
Al acercarse a la ventana para decirle que bajaba en un momento, se quedó plasmado viendo por la transparencia de las cortinas aquella silueta que conocía a la perfección.
Era Kim Yugyeom.
***
Y Joder allí estaba, por quien hubiera movido cielos y tierra, se encontraba mirándolo a través de aquel panel de cristal.
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One Shots Yugkook
AcakOne Shots y Adaptaciones autorizadas acerca de la pareja Yugkook.