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Matías Candia

Bueno, me quería morir, más que de costumbre. Cerré los ojos desesperado, como si haciendo eso el automáticamente fuera a pensar que estaba dormido. No entendía porqué estaba acá, dudo mucho que se acuerde de la conversación de anoche.

Matías -Suspiró, no respondí.

No seas infantil -Murmuro con cierto enojo.

¿Qué haces acá? -Pregunte dándome vuelta en la cama para darle la espalda.

Anoche me dijiste que hoy hablaríamos -Soltó.

Dudo que te acuerdes la mitad de la conversación de anoche.

No me acordaba, pero Agustín si. -La puta madre, que se supone que le diga. -Ya sé que con el pedo que traía encima parecía que no hablaba enserio, pero te juro que era posta. Matías te amo -Me levanté de golpe y lo miré a los ojos.

Decimelo a la cara -No quería gritar, pero estaba seguro de que mí tono de voz era bastante alto.

Te amo. -Relajé el entrecejo, en realidad no lo podía creer. ¿Le gusto? Eso parece, ¿me gusta? ¡me encanta!, ¿nos gustamos?, supongo. Para cuando me quise acordar de responderle el ya tenía sus manos en mí cabeza y me estaba besando, y yo, le estaba correspondiendo. Anteayer estábamos siendo los mejores amigos de siempre, yendo en coche a donde el camino y nuestra estupidez nos lleve, y ahora me estaba besando, me estaba besando en mí casa, en mí cama, con mí familia en la parte baja de la casa. ¿El me estaba correspondiendo o yo le estaba correspondiendo a él? Creo que nunca me hice una pregunta tan idiota en el momento menos indicado.
Se separó de mí y me miró.

Yo también te amo. -Murmuré - sos un otaku mogolico.

Si pero este otaku mogolico te ama. -Rió.

Habían pasado dos horas desde lo sucedido, ahora estábamos en su casa, habíamos hablado de todo esto y ahora estamos sentados en su cama mirándonos, realmente no estamos haciendo nada más que mirándonos. Me dijo que hace bastante que le gusto, y yo le respondí lo mismo, no sé que somos ahora, no tengo el valor de preguntarle si quiere salir conmigo, a pesar de que se que la respuesta va a ser positiva.

Mat -Me llamó.

¿Qué pasa?

¿Querés -No terminó de hablar, no pude evitar interrumpirlo haciendo que nuestros labios se junten.

¿Eso es un sí?

Sí. -A pesar de la seguridad espontánea que sentía, tenía miedo, miedo de que nuestra amistad de toda la vida se destruya, se haga trizas y sea imposible de remediarlo, miedo de que se canse de mí en un par de días, miedo de que me diga que quiere que seamos amigos devuelta, miedo de no volver a probar sus labios, miedo de que no me trate nunca más igual, miedo de que me deje, me abandone, de no escuchar de nuevo su voz, miedo de que nunca más me diga "emo" de forma cariñosa, miedo, miedo, miedo, miedo a lo desconocido que nos depara el futuro, miedo, miedo, miedo, ahora es la única palabra que puedo pensar, miedo, miedo, miedo, estoy seguro de que estoy llorando, miedo, ¿estoy llorando?, miedo, se me nubla la vista, miedo.

Emos y otakus. [Matias Candia x Rodsquare]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora