Capítulo 13: Problemas en el bosque, parte 1

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Simón y yo salimos lentamente del agua para no hacer mucho ruido, pero apenas salimos empezamos a correr.                                                                                                                                                          Yo estaba preocupada, porque sabía que cuando cruzara el limite de la ciudad (o del bosque, depende de la perspectiva en que lo veas) me convertiría en un lobo, pero en ese momento estaba tan feliz de volver al bosque que ignoré esa preocupación.                                                                   Simón se detuvo como para esperarme, porque él era más rápido que yo…. Pero yo no me detuve, yo seguí de largo, y salté hacía el bosque. Esta vez no vi a mi madre, ni tampoco a un humano, pero sí me transformé en un lobo, y miré a Simón, para ver su reacción.                                                            Simón me quedó mirando, pero no parecía sorprendido, ni asustado, ni nada, es como si en ese momento no hubiera tenido emociones. Pero después sonrió y dijo:
—Entonces….— Dijo él— Parece que era cierto eso de que eras un lobo eh….
—Si~—Dije yo.
—~¿Pero cómo?— Interrumpió Simón— ¿Cómo es posible que te puedas transformar en un lobo? ¿Acaso estás embrujada?
—¿Qué? ¿Embrujada? ¡No!— Dije yo— ¿Cómo crees que voy a estar embrujada? Además…. Yo siempre fui un lobo, pero al cruzar el límite del bosque me transformé en un humano~
—~Y viceversa— Interrumpió Simón.
—Si….— Dije yo.
Hubo un silencio.
—¡Y mira!— Dije yo— Puedo volver a transformarme en humano.
En ese momento salté hacia la ciudad y me transformé en humano.
—Y en lobo otra vez— Dije yo, saltando hacia el bosque— y otra vez en humano, y otra vez en lobo, y otra vez en humano, y otra vez en lobo, en humano, en lobo, en humano, en lo.... bo….
Esta vez cuando salté hacia el bosque no me transformé en lobo, me quedé como un humano, yo no entendía por qué, y salté otra vez hacia la ciudad, y otra vez hacia el bosque, pero no pasó nada.
Entonces Simón empezó a reírse, y dijo:
—Parece que se ha apagado tu aparato de transmutación— Dijo él.
No entendí nada de lo que dijo, así que me quedé callada. (Imaginen que Kia se quedó con una cara de WTF. Soy Luz xd)
—Lobos….— Dijo Simón mientras suspiraba— No saben nada….
—¡Oye!— Dije yo, empujando (levemente) a Simón— Seguro que si era un humano dirías lo mismo.
—Tal vez….— Dijo Simón.
Nos estábamos riendo hasta que sentí un olor…. Pero no un olor cualquiera, era…. Un lobo…. No, dos lobos…. Eran…. Mi padre y mi hermano….                                                                                                         Estaban cerca de donde estábamos Simón y yo, no podía dejar que me vieran, debía ocultarme.
—Mi padre y mi hermano están aquí cerca, debemos escondernos….— Dije yo.
—¿Cómo lo sabes?— Preguntó Simón— ¿Acaso tienes telequinesis? ¿O Visión de rayos X?
—Emm…..— Dije yo— ¿No?
—¿Entonces cómo sabes que están por aquí?— Preguntó Simón.
—Los puedo oler….— Dije yo.
—Oh….— Dijo él— Pero entonces…. ¿Ellos también te pueden oler a ti?
—Si— Dije yo— Y a ti también.
—¿Y no se van a dar cuenta de que estamos aquí si nos escondemos?— Preguntó.
—Si— dije— Pero tú eres un conejo, y yo un humano, es un olor muy común en un bosque que está al lado de una ciudad.
—Tienes razón— Dijo Simón— ¿Pero dónde nos escondemos?
—Tiene que ser en un lugar donde no nos puedan ver….— Dije yo, mientras miraba a mi alrededor para ver si encontraba un buen lugar donde escondernos.
—Obviamente— Dijo él.
—¿Y si nos subimos arriba de un árbol?— Pregunté— Los lobos no pueden trepar árboles, así que si nos ven no podrán llegar hasta nosotros….
—Yo tampoco puedo trepar árboles— Dijo él.
—Pues te quedas aquí abajo….— Dije yo, fingiendo estar seria.
—No seas así….— Dijo él.
De repente sentí que estaban más cerca, ¡Mucho más cerca!
—¡Vamos!— Dije susurrando, al mismo tiempo que agarraba a Simón de una pata y corría hacia un árbol (ninguno en especial).
Me subí a un árbol lo más rápido que pude, mientras Simón se quejaba por su pata, y porque a veces se chocaba contra el tronco del árbol.                                                                                          Llegué hasta una rama muy grande, y ahí me detuve, y solté a Simón.
—Tienes que tener más cuidado— Dijo Simón susurrando, se notaba que estaba enojado— ¿O acaso quieres que me rompa otra pata?
—No exageres— Dije yo, también susurrando— Y has silencio, podrían escucharnos.
—Los lobos no entienden a los conejos— Dijo él— Así que mejor cállate tú~
—Shhhh— Dije yo, al mismo tiempo que le tapaba la boca.
En ese mismo momento vi a mi padre, estaba caminando tranquilamente, pero también estaba atento a cualquier ruido, se notaba por sus orejas. Después de él salió mi hermano, Cedrack, él solo lo seguía, y de vez en cuando miraba hacia la derecha.                                                                        Mi padre avanzó hasta llegar al límite del bosque, y se sentó. Miró hacia donde estaba mi hermano, el cual también avanzó hasta el límite, y se sentó al lado suyo; los dos se quedaron mirando la ciudad por bastante tiempo, hasta que mi padre habló:
— Este fue el lugar donde mi pequeña Kia nos abandonó, aquí fue donde la vimos por última vez, cuando los humanos se la llevaron— Dijo mi padre, con tono serio, pero nostálgico.
En ese momento estaba muy enojada, ya no tenía ningún sentimiento hacia mi padre, más que el enojo….
—Oye padre….— Dijo Cedrack.
—¿Qué pasa hijo?— Dijo mi padre.
—¿Me podrías explicar porque Kia se transformó en un humano?— Dijo Cedrack levantando un poco la voz.
—No….— dijo mi padre suspirando.
—¿Pero por qué?— Dijo Cedrack, levantando aún más la voz— ¿Por qué no me lo quieres decir?
—Porque yo tampoco sé porqué ella se transformó en un humano (Es obvio que mi padre está mintiendo)— Dijo mi padre.
—¿Y por qué ella huyó hacia la ciudad?— Preguntó Cedrack, un poco más calmado— ¿Por qué se fue corriendo mientras lloraba? ¿Por qué tú la seguiste? ¿Por qué no quiso volver con nosotros?
Mi padre suspiró, pero no dijo nada.
—¡Padre respóndeme!— Dijo Cedrack casi gritando— ¡Respóndeme ya! ¡Sé que tú me ocultas algo! ¡Ella es mi hermanita, la he cuidado todo este tiempo, merezco saber que ha pasado!
Cedrack empezó a llorar, pero mi padre seguía mirando hacia la ciudad, como si no le diera importancia a lo que él le decía.
—¡No me ignores!— Gritó Cedrack, al mismo tiempo que rasguñaba en la cara a mi padre.
Yo giré mi cabeza para no ver lo que mi hermano había hecho, pero después volví a mirar, y vi que los ojos de mi hermano se habían vuelto completamente negros, y miraban fijamente a mi padre, el cuál había retrocedido cuando mi hermano lo atacó.                                                           Cedrack estaba gruñendo, y empezaba a avanzar hacia mi padre; mi padre no se dio cuenta, ya que estaba fregándose su herida con su pata; pero cuando escuchó sus gruñidos miró hacia mi hermano, y vio que se estaba acercando.
—Cedrack, hijo….— Dijo mi padre, con tono de voz triste (No se como expresar como era el tono de voz que tenía en ese momento el padre de Kia xd, soy Luz :V)— No quiero tener que pelear contigo…. No quiero lastimarte sólo porque tú te enojaste porque no te respondí a tus preguntas, te prometo que algún día te responderé.
Pero mi hermano no le hizo caso, saltó arriba de mi padre, e intentaba morderle el cuello. Mi padre lo esquivó dos veces, pero después puso su pata delante de él para protegerse, y Cedrack le mordió muy fuerte, tan fuerte que su pata empezó a sangrar.
Mi padre empujó a Cedrack con sus patas traseras, y cuando se liberó de él se paró rápidamente, y quedó mirando a Cedrack, el cual seguía gruñendo.
—Veo que no me queda otra que pelear contigo ¿Verdad?— Dijo mi padre…. ¿Sonriendo? Si, creo que si— Pues lo haré, no soy un cobarde.
Los ojos de mi padre cambiaron del color marrón oscuro, al negro, y después se volvieron completamente negros. Y él empezó a gruñir.
Los dos (mi padre y mi hermano) se miraban directamente a los ojos, gruñían, y se acercaban lentamente.
Mi hermano fue el primero en saltar, mi padre ya se lo esperaba, así que lo esquivó, y fue corriendo hacia él y lo empujó con su cabeza, haciéndolo chocar contra el árbol donde estábamos Simón y yo, el árbol tembló, pero no nos pasó nada a nosotros. Cedrack se levantó,  sacudió su cabeza, e intentó hacer lo mismo que hizo mi padre, pero mi padre saltó y pasó por arriba de él; mi hermano rápidamente giró y se dirigió otra vez hacia donde estaba mi padre, pero esta vez mi padre no pudo esquivarlo, ya que Cedrack le mordió la cola, y cuando mi padre intentó saltar, se cayó al suelo. Cedrack intentó morderle el cuello otra vez, pero mi padre justo giró su cabeza, y agarró una de las orejas de Cedrack, la estiró, e hizo que Cedrack empezara a quejarse por el dolor.
—¡Hay! ¡Ya déjame papá! ¡Me estás lastimando!— Dijo Cedrack, volviendo a la normalidad— ¡Me duele mucho, para ya!
—Esta bien— Dijo mí padre, también volviendo a la normalidad— Debes aprender a controlar tu ira, Cedrack.
Cedrack se quedó callado, evitando mirar a los ojos a mi padre.
—¿Cedrack?— Preguntó mí padre con tono serio.
—Lo siento papá….— Dijo Cedrack mirando hacia arriba, y después a la derecha.
En ese momento me di cuenta de que Cedrack nos vio, pues su cara cambió de expresión, y sus ojos apuntaban directamente al árbol en donde estábamos, él estaba mirándonos fijamente. Pero casi al mismo tiempo volvió a mirar a mí padre, como para que no se diera cuenta de que había “algo” en ese árbol.
Hubo un silencio, ni mi padre ni mi hermano hablaron, sólo se miraron mutuamente. Todo se quedó así por un tiempo, hasta que se empezó a escuchar una voz que provenía de muy lejos, y se divisaba que era un humano, un humano que corría hacia nosotros gritando…. Gritando “Sofia”….

Mi doble vida: Una historia de lobos y humanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora