Capitulo Dos.

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—¡Hora de almorzar! —anunció la de pelo rojo— ¡Habitación número diecisiete! —sonrió mientras veía la puerta del cuarto. Ahí se encontraban el par de híbridos que salvó la semana pasada.

El pequeño Izuku se volvió muy famoso en el plantel en menos de dos días por ser el único conejo de raza pura en el refugió, ya que son muy poco los híbridos de conejos que existen y mucho menos los de raza pura.
Su pelaje era verde rizado al igual que sus ojos, típico de un Mini Rex. Su estatura quedaba en los 166 centímetros. Tiene diecisiete, casualmente es el número de su alcoba. A pesar de ser tan reconocido, Izuku era muy tímido y no hablaba con nadie a excepción de su compañero de piso, Todoroki. Dejó en claro que cuando se vieron por primera vez en el ring, nunca tuvo la intención de dañarlo o golpearlo, todo era pura obligación.

Su cabellera era de dos colores distintos: rojo y blanco; sus ojos poseían la anomalía llamada heterochromía debido a que su raza estaba combinada entre un gato Khao Manee y un Somalí, ayudando también en el color de su pelo, dando como resultado su extravagante apariencia. Tiene una quemadura en el lado derecho de la cara provocada por un chorro de agua caliente que más de una vez le echó su dueño anterior, consiguiendo así la piel irritada en esa parte del rostro de manera permanente.

Agnes siguió laborando mientras los de razas distintas comían tranquilamente el bufet del día.

El refugió Yuriko no era comparable con otros. Aquí se trataban a los mitad animal como personas normales; les asignaban alcobas con baños incluidos para su comodidad junto a un compañero, mantenían sus estados de salud en continua supervisión contratando a doctores profesionales especializados en sus cuidados, ordenaban diferentes clases de bufets para que todos ellos encontraran su alimentación ideal y lo más importante de todo: no hacían tratos con científicos para las experimentaciones con híbridos. Para ellos, el Refugio Japonés Yuriko era como un hotel de cinco estrellas; mientras que en la mayoría los trataban como prisioneros que debían pagar una penitencia, por esa razón la gran parte de los híbridos escapaban de estos patrimonios.

—¿Cómo amanecieron hoy? —interrogó la oficial de ojos marrones con una sonrisa cuando pudo tomarse un respiro para hablar con ellos. Es la encargada de hacer que su estadía fuera la mejor.

—Muy bien, Oficial Kirishima, gracias por preguntar —respondió Shoto de la misma forma. Agnes era una de las pocas personas en las que confiaba el dúo, al fin y al cabo fue ella quién los salvó de una muerte casi segura.

—Me alegro mucho de que así sea y llámame por mi nombre —observó de reojo a Midoriya, tenía la boca escondida en el cuello de su suéter verde. Aun no se acostumbraba a su nueva vida.

Usagi. [Boku No Hero Academia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora