Recuerda que es ficción. Ficción OwO
Por cierto, corazones, gracias por los 700 seguidores 🤧🤧✨💖
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.—Bueno, bueno —dijo Agust, jugando con el cigarrillo en sus labios—, ¿qué se supone que tenemos aquí? ¿Una pandilla de ineptos? —Inquirió con aburrimiento.
Sus ojos gatunos se pasearon con una lentitud placentera sobre las personas, todas iban vestidas de negro. Menos un chico, uno que estaba hecho una pequeña bolita en la esquina del lugar. Agust ni siquiera se molestó en prestarle suficiente atención, se veía como el típico chiquillo incompetente, seguramente estaba ahí por alguna tontería, como perder a su madre, no lo sabia, ni le importaba.
Balanceo la navaja entre sus huesudos dedos, sintiendo el frío filo bailar entre ellos, dándole un escalofrío placentero por todo el cuerpo.
Hacía poco que le habían ordenado hacer a un lado a todos esos idiotas que creían poder bajarle el puesto. Esos niños no estaban ni cerca de rozar la palabra "criminal", tampoco "asesinos. No tenía problema con matarlos.
Los labios de todos los presentes estaban abiertos en sorpresa, al igual que sus brillantes ojos que de a poco cobraban otro sentimiento: terror. Claro, su nombre era conocido ahí. El famoso Agust D, un criminal, uno verdadero, asesino, ladrón, etc.
—Señor... —comenzó uno. Agust rápidamente subió la mano y cerró los ojos suavemente, luego los entreabrió y se llevó el dedo índice a los labios, indicándole silencio con suavidad.
—No hablaras si no se te pide. —Dijo.
Fue espontáneo, rápido, sin aviso; un disparo cruzó el aire hasta dar con el primero que habló. Todos los presentes desviaron su atención del reconocido asesino, para posar sus ojos presos del temor en otra persona.
El niño de cabellos rosados, ropa rosada y arma del mismo color horroroso, tenía una sonrisa que se mostraba en todo su esplendor. De pie, con el arma apuntando a quien antes poseía vida. Cuando captó que todos lo miraban (incluso Agust) la cambió por un puchero.
—¿Quien fue? Pobrecito, ¿quien disparó? —Preguntó con una (muy bien fingida) preocupación.
Agust saboreó la paleta que tenía en la boca, chupo con placer para luego sacarla de su boca con delicadeza y lanzarla al suelo. Muchos chillaron.
—Maricas, es una estupida paleta, ¿le tienen miedo a una estupida paleta?
Metió la mano dentro de su chaqueta, tanteo con diversión la pistola y después de unos segundos la dejo a la vista de todos. Apuntó al chico rosado, pero éste ahora estaba llorando en el rincón, incluso soltando hipidos. Agust suspiró con aburrimiento y desvió el arma hacia cualquiera de esos idiotas, entonces comenzó a disparar.
Sus oídos parecían querer estallar en cualquier momento, el sonido enviaba un temblor a todo su cuerpo, hacia que la adrenalina le recorriera y sus extremidades cosquillearan. Cayeron cuatro víctimas y todos salieron corriendo como locos del lugar.
Su buen nombre sería escuchado aún más, ya que esos quejicas seguramente irían a contar la gran hazaña: el temible Agust D estuvo a punto de matarnos a todos.
—Ah... —suspiró— esos tipos me quitan tiempo, valioso tiempo —se dijo a sí mismo.
—Pues acabas de arruinar mi plan. —Dijo con pena otra persona, su voz sonaba temblorosa, estaba llorando.
—Bueno, niño, ¿te sacaron del psiquiatra o algo así? —Preguntó con aburrimiento, no perdía nada dando una pequeña platica antes de asesinarlo.
El chiquillo comenzó a reír quedamente— ¿Me veo como alguien a quien sacaron de ahí? Que halago —Dijo y realmente parecía halagado—. Sabes, eres muuuy guapo —Agust rodó los ojos— demasiado guapo, tu cabello me gusta.
Se canso, apunto hacia Jimin y estuvo a punto de jalar el gatillo. Sin embargo se quedó pasmado cuando vio al muchacho carcajearse.
—¡Eso! —Exclamó divertido— ¡Piu Piu! —Captó la mirada shockeada de Agust y dejó de sonreír— Eh, lo siento, ¿no te gusta? —Pronunció y tiempo después la sonrisa volvió.
Agust miró con horror como de sus ojos los rastros de lágrima seca seguían ahí, mientras se carcajeaba. Era horrible de ver algo así.
—¿Que mierda?
—Pensé que me ibas a matar, ¿no quieres? —sus labios formaron un puchero.
El chico se levanto, llevaba unos pantalones de cuero negros, su chaqueta igualmente era del color pero una parte rosada relucía más y sus cabellos eran rosados y alocados. Agust no supo cómo, ni cuándo, pero el muchacho no tardó en caminar hacia él y robarle un beso. Uno que apartó con repulsión e intento apuntar de nuevo con su pistola pero fue otra la que se instaló más rápido en su pecho.
—¿No te gustan los besos? —Preguntó triste.
Agust intentó empujarlo. El chico cayo de espaldas al suelo, no sin antes atrapar la chaqueta de Agust entre sus manos y tirarlo sobre él.
—Soy Jimin, pero para ti puedo ser mi amor. —Aviso.
Sus labios se estamparon otra vez sobre los de Agust, este lo volvió a empujar.
—Oh, te gusta jugar rudo —dijo e hizo como si quisiera morderle— puedo jugar como gustes.
El contrario tanteó la navaja en su otra mano y se apartó para clavársela al chico, el cual tomó con fuerza la mano que llevaba la navaja, aún sonriendo.
—¿Así te gusta? ¡Que alivio! ¡A mi igual me encanta jugar así! —Grito eufórico. Jimin pateó el estómago de Agust con fuerza, quien se levantó no sin antes decirle una groseria. El chico de cabello rosa se impulsó hacia arriba otra vez y apuntó con la pistola.
Agust se dio su tiempo. No tenía mucho y sin embargo ahí estaba, estudiando la bonita pistola que portaba el otro muchacho. Era de un rosa intenso, con algo dibujado... entrecerró los ojos... era... era... ¿Hello kitty? ¿Que mierda?
Jimin observó algo en el suelo que pareció llamar su atención, se agachó (demasiado provocativo para el gusto de Agust) y recogió la paleta que antes el asesino había tirado, se la metió a la boca. Jimin dirigió de nuevo su vista al contrario y volvió a apuntar.
—¿Quien eres? —Preguntó seriamente Agust. El otro rodó los ojos, fastidiado se sacó el caramelo de la boca (con sensualidad igual, ese niño desprendía sensualidad).
—Ya te dije, soy Jimin. Ahora, vamos a jugar como te gusta —dijo y disparó a un costado de Agust— ¡Corre, gatito, corre!
Entonces Jimin comenzó a disparar a todos lados. Agust se movió con agilidad, esquivando todos, aunque cada vez Jimin parecía estar mucho más cerca de asesinarlo.
El chico "kitty" se carcajeaba mientras disparaba, su risa era estruendosa, melodiosa, y... adorable... pero claramente, era la risa de un loco.
—¡Eso, amor! ¡Piu piu!
🖤💖
Hola! Como están? Bueno, esto iba a ser un OS, un drabble, lo que saliera. Porque no tengo nada previsto con esta temática, ya tenía un fanfic parecido, que vendría siendo Poison, aunque Jimin es muuuuuy distinto. Me tenté porque, estaba viendo una película y pensé en una escena así, no tengo otra cosa.
Soy muy random para escribir, perdón XD
Les gusto?
No se si dejarlo así o hacer otros pequeños capítulos como este, depende de mi humor y ustedes.
Nota nueva: Ya estoy trabajando en mas capítulos uwu
Por cierto, feliz día de San Valentín atrasado OwO
Gracias por leer
-Xime 💖🖤
ESTÁS LEYENDO
Run, kitty, run! » 디키
FanfictionDonde Park Jimin es un loco obsesionado con Agust... y éste no puede quitárselo de encima por más que quiera. -¡¿Qué mierda?! -¡Eso! -Jimin estalló en carcajadas, disparando en todas partes mientras Agust esquivaba- ¡Corre, gatito, corre! •Yoonmin...