YULIA. DÍA 3 - LA LLAMADA

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-Yulia Volkova?- pregunto la voz masculina por medio de su celular.

-Quien habla?- contestó la morena.

-Yulia- dijo con seguridad ahora que había reconocido su voz confirmando que era ella.

-Quien habla por favor?- dijo con la convicción de que si no se identificaba colgaría y bloquearía el número.

-Soy Boris.

-Quien?- preguntó con duda, su voz en ese momento le sonó un poco familiar pero no lograba reconocerlo totalmente.

-Boris Renski.

Yulia se quedó en silencio un momento, nunca pensó en volver a hablar con él a excepción de los saludos incómodos de lejos cuando se encontraban en algún evento musical, los cuales ya eran prácticamente nulos.

-Hola Boris, te puedo ayudar en algo?- preguntó sin saber que mas decir.

-Sí, espero que sí, necesito verte, es urgente.

Yulia suspiró acomodando su largo cabello negro detrás el oído con la mano libre, que quería? Iba a proponerle un reencuentro? No lo necesitaba. Además Lena...

-Yulia, sigues ahí?

-Si, mmhh... para que quieres verme Boris?

-Escucha, es algo urgente e importante, no es lo que te imaginas pero necesito verte cuanto antes, es increíblemente importante- dijo dando más énfasis a estas últimas palabras, que hacía ahora?, retomar frases de cuando trabaja con el? Esa "clave secreta" para indicar que tenía un tema en realidad importante y no quería que faltara a la junta mensual- por favor.

-Boris yo no sé si eso sea posible, estoy ocupada y tengo cosas que hacer.

-Prometo no molestarte nuevamente Yulia, pero en verdad es de vida o muerte.

Yulia suspiró.

-Está bien Boris, dispongo de una hora para atenderte, y estoy cerca del café Vogue.

-Sí, sí, sé donde, te veo en unos 15 minutos, gracias.

Yulia colgó el teléfono con fastidio, pero entendía que es importante tener contactos solo por si acaso,aunque le parecía extraño que la buscara ahora después de tanto tiempo, mas después del fiasco que resulto el breve reencuentro en el programa de Rumania, dudaba que Boris pudiera servirle de algo ahora pero nunca hay que subestimar un contacto.

-Podemos ir al café Vogue?-preguntó a su chofer.

-Claro señorita, solo le recuerdo tiene una hora libre antes de la siguiente entrevista y debe acudir antes a maquillaje. 

Yulia asintió, siempre olvida el maquillaje, tenia media hora para hablar con Boris, mientras más pronto acabe con ese asunto, cualquiera que sea mejor.


El café Vogue era uno de sus favoritos, si bien trataba de dejarse ver por ese exclusivo barrio porque le ayudaba a su imagen, el café en realidad le gustaba, era diferente a los demás con sus pisos negros y beige, mobiliario casi todo negro tanto dentro y fuera,el contraste de la pared blanca llena de fotografías con marcos negros y dorados, idea que tomo para poner las fotos con su familia en su casa, le encantaba el concepto y estilo del lugar, entra con discreción, su chofer que aveces la hace guardaespaldas, como en esta ocasión, entra detrás de ella, Yulia pidió una mesa para 3, se vio muy tentada a pedir una mesa con sillones que eran los más cómodos pero no quería que Boris se sentara a su lado ya que no sería bueno para su imagen actual, así cambio de opinión en el último momento, ya sentada en la silla esperó con impaciencia, con esa impaciencia de alguien que no quiere estar ahí pero no le queda otro remedio.

EpítomeWhere stories live. Discover now