Capítulo 4. ¡No te preocupes, yo te protegeré!

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Las respuestas de esa niña no eran normales. Era como si no tuviera confianza en sí misma. Eso le era muy familiar a Naruto-. Eso no es cierto.

- ¿Eh?

- No eres ningún monstruo. Solo una chica normal.

- No. Te equivocas. Soy una abominación... Yo...-. Antes de terminar la frase, la niña se levantó de repente y recogió su equipaje. El chico se fijó en su plato, el cual ya estaba vacío-. Gracias por la comida. Me voy...-. Fū salió a toda prisa del lugar.

- ¡Espera un segundo!-. Para cuando alzó la voz, ya era tarde-. ¡Mierda... Voy a buscarla!

Al salir del asador, la morena comenzó a correr hacia la salida de Jigoku, pero una voz hizo que se le helara la sangre-. ¿A dónde te crees que vas, Nanabi?

Naruto abrió la puerta y se dirigió hasta la entrada del pueblo. Cuando vio a la chica, estaba delante de dos figuras vestidas de negro con nubes rojas en la capa-. "¡Akatsuki! ¿¡Me han encontrado otra vez!?"

El de la izquierda iba con la cara casi completamente tapada. Sus brillantes ojos verdes realzaban la bandana ninja con el símbolo de la Villa de la cascada tachada en la frente. En cambio, el de la derecha era bastante más joven, con el cabello castaño y una katana enfundada en su espalda. Una bandana de la villa de las nubes descansaba sobre su cuello.

El chico se acercó a toda velocidad hasta ella, escuchando cada vez mejor lo que decían-. ¿Esta es la Jinchuriki del Siete Colas? No parece muy dura, la verdad...

Algo en la mente de Naruto hizo clic-. "¿Jinchuriki? ¿Siete Colas? ¿¡Van a por ella también!?"-. De su bolsa sacó varios shuriken y los lanzó contra los dos sujetos. El hombre de pelo castaño los esquivó tirándose al suelo. El otro simplemente se apartó ligeramente para que pasaran a su lado. Con un kunai en la mano, Naruto se interpuso entre Fū y ellos. Las personas que se encontraban por la calle comenzaron a huir.

El que parecía ser el líder lo inspeccionó con la mirada-. Pelo rubio, ropa naranja chillón, actúa de forma espontánea... Tú debes de ser el Jinchuriki del Zorro de Nueve Colas, ¿verdad?

La morena se sorprendió al oír eso, y miró a Naruto con los ojos muy abiertos-. "¿Es como yo?"

- ¡No dejaré que os acerquéis!

El miembro más joven se había levantado del suelo, y los observaba con arrogancia-. Oye, Kakuzu, ¿por qué no me los dejas a mí? Son sólo unos críos, y nos llevaremos dos Bijū por el precio de uno-. Comentó mientraa desenfundaba su katana. Kakuzu no se movió del sitio-. Takeshi, no te precipi...-. Pero antes de que terminara la frase, su compañero se abalanzó contra ellos. hizo un sello con las manos, y el filo de su arma se envolvió en electricidad-. No necesitan las piernas, ¿verdad?-. Le preguntó con una sonrisa maníaca.

Naruto creó un clon y comenzó a formar una esfera de chakra azul girando en todas direcciones en su mano derecha, para a continuación cargar con su palma hacia delante. Cuando estaban a poca distancia entre sí, ambos ataques chocaron, provocando que saltaran chispas de la hoja. Ninguno de los retrocedía ante el otro, pero tras unos momentos de contacto con la técnica, un sonido de metal agrietándose comenzó a oírse, y la katana se partió por el medio, mandando a volar parte del filo. Takeshi dio un salto hacia atrás utilizando su propio impulso para evitar el Rasengan de Naruto. Miró su arma con incredulidad.

- ¡No puede ser!

- Te lo dije.

Fū miró a Naruto, impresionada-. "Increíble..."

Kakuzu se alarmó de repente, y se alejó a toda prisa de su compañero. Naruto y Fū oyeron una voz muy reconocible-. ¡Destrucción de la Cesta de la Comida!-. Un sapo de color verde cayó a plomo donde se encontraba Takeshi, provocando un pequeño temblor. Un hombre de pelo blanco cayó justo detrás de los dos chicos.

Al ver eso, Kakuzu entrecerró los ojos y habló en voz baja-. Jiraiya, uno de los tres Sannin... Tengo que retirarme antes de que me mate también-. Comenzó a huir rápidamente de la escena. Mientras, Naruto se giró hacia su maestro-. ¡Senninfómano! ¡Has llegado justo a tiempo!

Su maestro le miró con el ceño fruncido-. Cuando no os vi en el asador, me dijeron que saliste corriendo detrás de ella. Te ví luchar contra ese Akatsuki-. El sapo desapareció en una nube de humo, revelando el cadáver de Takeshi-. Me hubiera gustado interrogarle...

Naruto se giró hacia Fū-. ¿Estás bien?-. La niña le miró, aún sorprendida-. Yo... Si. Estoy bien.

- Será mejor que nos vayamos a un sitio más privado. La gente querrá respuestas pronto. Ya pagué la cuenta del asador-. Tras decir esas palabras, Jiraiya comenzó a caminar, seguido de Naruto y Fū.

El Zorro y el EscarabajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora