CAPÍTULO 9

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Domingo por la mañana, Lucía había quedado con Elena en su casa para que no estuviera sola, ya que sus padres estaban de viaje.
   No era muy temprano porque a Lucía no le gustaba madrugar, aún así se había tenido que poner el despertador.
   Fue andando hasta casa de Elena y menos mal que no estaba muy lejos, porque hacía demasiado frío en la calle, se notaba que la Navidad estaba a punto de llegar.

Llegó a la puerta y llamó al timbre, pero nadie le contestaba, además Elena tenía el móvil apagado y tampoco le cogía las llamadas. Lucía no pensaba quedarse ahí fuera muriéndose de frío, así que cogió las llaves del escondite de Elena, (se le solían olvidar y tenía unas de repuesto fuera de casa) y entró en la casa.

- Elenaaa - la llamó, pero nadie respondía. - Genial, seguro que está dormida.

   Subió las escaleras y cuando llegó al salón vio una camiseta en el suelo que no era precisamente algo que Elena se pondría. Luego encontró su blusa y una sudadera que tampoco era de ella en el sofá.

- Madre mía que está pasando.

Decidió subir a la habitación y casi se tropieza con dos pares de zapatos, abrió suavemente la puerta y se encontró a Elena y Daniel agarrados el uno al otro en la cama, con el resto de ropa en el suelo.

- Menos mal que no soy su madre, si no se hubiera liado.

  Y ahora que hago, pensó Lucía, sería un poco incómodo si se acercaba y los despertaba más que nada porque iban un poco faltos de ropa. Pero tampoco quería quedarse ahí esperando a que se despertaran, había venido a desayunar y tenía hambre.
   Optó por lanzarles un par de cojines desde la distancia a ver si se despertaban. Con el primero no se inmutaron mucho, pero con el segundo Daniel se despertó.
   Estaba un poco desorientado y aún más cuando vio a Lucía en la puerta.

- Anda despierta a Elena - le dijo ella.

Daniel le tocó el hombro y ella abrió los ojos. También le chocó ver a su amiga.

- Buenos días bellos durmientes - dijo Lucía con una sonrisa.

- ¿Que haces aquí? - preguntó Elena.

- Pues habíamos quedado para desayunar, veo que no te acuerdas. Imagino que habrás estado muy "ocupada" por la noche y ahora no tendrás ganas.

- No, no, ahora bajo.

- Vale pues voy preparando dos boles de leche.

- Pon tres - dijo Elena - ¿Te quedas a desayunar? - le preguntó a Daniel.

- Claro - le respondió con una sonrisa.

- En fin - resopló Lucía - de paso me iré a comprar unas velas. Maravilloso.

   Se fue de la habitación para preparar la leche y los dejó a lo suyo, imaginaba que tendrían cosas de que hablar.

- Bueno... - dijo Dani.

- Bueno..., Esto, estuvo bien.

- Sí, muy bien. ¿Me pasas mi ropa?

- Sí, claro.

   Ahora era todo un poco incómodo, sobretodo porque Lucía los había visto y lo de ayer había sido algo inesperado.
Se vistieron rápidamente y Elena fue al baño, allí encendió su móvil y justo la llamaron. Era Raúl, estuvo a punto de no cogerlo pero al final respondió.

- Hola.

- Hola, quería hablar contigo Elena.

- ¿Qué pasa?

- Yo quería pedirte perdón, lo que hice ayer no estuvo bien, más tarde hablaré con Jaci y me gustaría quedar contigo para hablar.

- Vale, pero ahora no es un buen momento - quería cortar la llamada cuanto antes porque Daniel estaba en la habitación de al lado.

Donde Nunca Esperas (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora