When I Met You ➸ the book of henry

Capítulo 4

Algo andaba mal.

Jules empezó a notar la ausencia del mayor de los Carpenter en el colegio. Habían pasado tres días y ella no sabía nada de él. Su hermanito si lo había visto por ahí, pero a Henry no. Admitía que seguía algo molesta con él pero eso no quería decir que no podía sentirse preocupada aunque no se conocieran del todo.

Al salir de clases, se encontró con Peter sentado en la acera con un walkie-talkie en su mano. Miraba atento la calle y ella supuso que esperaba a su madre. Se sentó a su lado para hacerle algo de compañía a la vez que esperaba a su mamá.

—Hola —saludó el pequeño castaño cuando la vio.

—Hola, Peter —le sonrió—. ¿Cómo estás?

El niño se encogió de hombros —Supongo que bien. Hoy Morris no me molestó.

—Eso está bien —le dió un pequeño golpe juguetón en el hombro—. Si vuelve a meterse contigo, puedes buscarme.

—Descuida, lo haré. Pero Henry me dice que lo busque a él.

Ella frunció el ceño y susurró —Pues lo llamaste una vez y no apareció.

—Se disculpó conmigo ese día. Hizo algo súper divertido y lo perdoné. Prometió que me protegería.

—¿En serio? —Peter asintió—. Oh vaya, me alegro que hayan arreglado las... cosas.

Jules comenzó a sentirse mareada. El silbido que se presentaba cuando tenía dolores de cabeza y visión borrosa la aturdió. Peter Carpenter se dio cuenta que apretaba un poco los ojos y ladeaba la cabeza. Se asustó.

—Jules, ¿qué tienes?

—No nada, solo... un pequeño dolorcito —hizo un ademán para cambiar de tema, a pesar de que el dolor la estaba matando y no escuchaba mucho los sonidos a su alrededor—. Y dime, ¿qué ha pasado en tu vida, campeón?

—Bueno, hasta ahora en clases voy muy bien y todo eso pero... —agachó la mirada—. Ha pasado algo en casa con Henry.

Pinchazo en su nuca. Tomó el puente de su nariz disimuladamente e intentó continuar la conversación con el menor de los Carpenter.

—¿Algo terrible? —él asintió— ¿Qué le ha pasado?

Ahora le sumamos a todo lo que le estaba pasando en ese momento a Julie Anne Morgan la preocupación. Juraba que el niño castaño le decía algo, algo sobre un hospital y Henry. No sabría decir que fue lo que le dijo, porque no pudo más y se desplomó en el suelo. Apenas consciente, y con las exclamaciones asustadas de Peter, lo tomó del brazo.

—Mi bolso... —trató de decir—. Llama a mi mamá. Mi teléfono está... en mi mochila —y ya no dijo más porque se desmayó.

El pequeño Peter busco con desesperación el teléfono de la chica en su mochila rosa. Cuando palpó el aparato móvil de ella, no estaba bloqueado, gracias al cielo. Se metió en contactos y bajó hasta dar con el nombre de la persona que buscaba: «mamá ♥». Le echó una ojeada a la niña y marcó el número. Mientras tanto, sus ojos se cristalizaron, era un niño sensible después de todo, y el echo de estar pasando por esto otra vez lo ponía mal, muy mal.
Solo esperaba que todo saliera bien para su nueva amiga Jules y su hermano Henry.

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N/A: Vaya, este capítulo fue muy corto. El siguiente que viene, por fin Henry conocerá mejor a Jules.

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