IV

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El problema

Estaba acostada cuando escuché la puerta del departamento abrirse y las risas entrar

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Estaba acostada cuando escuché la puerta del departamento abrirse y las risas entrar. Ya eran pasadas las siete de la tarde y yo había pasado todo el domingo acostada.

Creí que cuando se fueran iba a ser un mar de lágrimas pero parecía como si se me hubieran evaporado.

¿que si estaba triste?

Obvio, pero para lágrimas parece que no me había alcanzado o quizás mi subconsciente se dio cuenta que Pavon no lo valía... no estoy segura del porque, solo que aunque me sentía rota no pude desahogarme.

Pero cuando escuché sus risas apenas entraron mis ojos se colmaron y ahí si pude. Hundí mi cabeza en la almohada y las deje correr.

《¿Por qué con ella? Hay tantas minas... justo con Sabri, justo con ella!》

Me sentía pésimo porque Sabrina me apoyó cuando salí con él y yo era una forra desconsiderada.

—¿Caro estas?— gritó Sabri.
No quería salir... era mejor que fingir que estaba durmiendo. Y después dijo un comentario de que yo dormía mucho... y que se yo.

Intente no pensar más y de verdad dormirme pero no pude, corrí mis lágrimas y me tranquilicé para salir a verlos.

Fue un gran error, cuando salí los encontré besándose en el sillón, Cristian la abrazaba y ella pasaba su mano por el pelo perfecto de él.

Y si no fuese porque en mi huida choque el parlante no se hubieran dado cuenta de que yo los vi.

—Caro!— dijeron los dos y tomé aire para fingir que no me había afectado verlos.

—soy una bestia, perdón!— dije y levante la mano en modo de disculpa, y de paso volver a mi habitación.

—espera Caro— dijo Sabri caminado hacía mi —pensé que dormías— dijo y yo reí como dándole la razón.

—si quieren me voy a lo de mis viejos— dije y sonreí intentando sonar como que no me importaba, cuando en realidad ardía por dentro

—no Caro, queríamos hacer algo para comer— dijo ella y yo asentí muy despacio.

No quería pasar tiempo con ellos dos juntos, no quería ver a Cristian ahí... pegado a ella.

—me duele la cabeza Sab— dije y tomé aire —si necesitan ayuda me llaman— esa la gran excusa para no pasar tiempo con ellos y darles espacio... que yo también necesitaba.

Hablame - Kichan Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora