Alone

Capítulo IV: When I Finally Found You, There Wasn't Light In Your Eyes.

Izuku recordaba toda su vida escolar. O al menos del último año, específicamente. No eran recuerdos de todas las clases que hoy en día no le funcionan para nada en lo absoluto, sino que eran de un Alfa que lo traía loco pero que también se le hacía imposible el poder hacercársele. Eso se debía a que este Alfa estaba rodeado de casi todos los Omegas de su institución, además de que le faltaba mucho valor como para siquiera dirigirle una sola palabra.

Nombre: Katsuki Bakugo.
Edad: 15 años.
Aspecto: de cabello rubio cenizo y puntiagudo, ojos color rojo intenso. Siempre permanecía con el ceño fruncido y parecía que odia a todo el mundo, pero  a pesar de actitud no tenía bajas calificaciones.

Izuku sabía casi todo sobre él.

Un día el peliverde finalmente se llenó de valor y fue a hablar con él en uno de sus ratos libres mientras descansaba debajo de un árbol con sombra a los que él llamaba "su momento de paz".

–¿B-Bakugo? Hola. –Saludó un poco nervioso.

–¿Ah? ¿Quién eres?

–S-soy Izuku Midoriya y estoy en tu clase.

–¿Tú eres el nerd que se sienta detrás de mí?

–¿N-nerd? –Murmuró. –Sí, yo soy.

–¿Qué quieres?

–B-bueno, solamente quería saludarte.

–Bien, ya lo hiciste, ahora largo.

–Eh, pero apenas te he dicho mi nombre...

–¿Y qué quieres? ¿Qué te ruegue por que me cuentes la historia de tu vida?

–N-no, sólo quería...

–Por si no lo sabías, este es mi momento de relajación y ahora lo único que he hecho es estresarme con tu presencia, ¿Está claro? Ahora si me haces el favor ahora vete.

–P-pero...

–¿Estás sordo o qué? Dije que te fueras.

–E-entiendo. –El pecoso se levantó y empezó a caminar mientras se limpiaba las lágrimas que le habían salido debido a la reacción de desprecio que tuvo Katsuki hacia él.

Ya estando a una distancia considerable del rubio, sintió un pequeño temblor en las piernas, lo que provocó que éste cayera al piso y cuando se intentaba levantar sus esfuerzos por hacerlo eran en vano. Las fuerzas de sus piernas se habían ido y sentía un calor que invadía todo su cuerpo. Su celo había llegado antes de tiempo.

El cenizo presenció todo y cuando vió al peliverde desvanecerse corrió en su ayuda, pues creyó que algo grave le había sucedido, así que lo cargó en sus brazos y corrió hacia la enfermería a que le dieran algo para ayudarlo, sin embargo Izuku consiguió un poco de fuerza y lo derrumbó haciendo que los dos cayeran. Izuku, con todos sus pensamientos nublados aprovechó la situación y se colocó encima del cenizo.

–A-Alfa... –El peliverde intentaba formular una frase, sin embargo la palabra Alfa era lo único que salía de su boca. Luego, comenzó a restregarse sin pudor sobre el cuerpo del cenizo, pues sus deseos podían más en ese momento.

–¡Oye! ¡¿Qué mierda estás haciendo?! –Dijo mientras intentaba quitarse de encima al pecoso. Luego se dió cuenta de la situación en la que estaba metido. –¡Espera! ¡Tengo que llevarte a la enfermería! –Katsuki forcejeaba con el peliverde, pero al ver que no funcionaba se rindió ante él, pero no por mucho, pues cuando notó que Izuku bajó la guardia lo tomó por sorpresa y lo cargó nuevamente. –Tú sí que eres jodidamente persistente, estúpido nerd.