Como todas las noches de la última semana, se encontraron en cierta casa, la cual sabían que estaba desocupada desde hacía unos días, gracias a que la familia se fue de vacaciones. No fue difícil escabullirse dentro, después de todo Kenny ya había allanado otras casas antes; incluyendo esa.
Entraron por una de las ventanas de siempre, cayendo gracias a un tropezón con el marco de ésta, sin embargo a ninguno le importó el dolor por la caída. Al momento de estar a solas, sus miradas se buscaron casi por reflejo, sintiendo un calor insoportable en el cuerpo con solo su presencia. Estando ambos tendidos en el piso de madera, llegando a ver la silueta del otro gracias a la tenue luz de la luna, les era tremendamente difícil resistirse al otro.
Acercó al rostro de Kenny sus manos temblorosas, para acariciar su piel con las yemas de los dedos, con una timidez nada frecuente en él.
— Hey... — Susurró tomando su mano con algo de fuerza y acercándolo a sí mismo, lo besó abrazandolo por la cintura, al tiempo que colocaba la mano del pelinegro en su nuca. Casi al instante, el aire comenzó a faltar y se vieron obligados a compartir el aliento para poder recuperar la respiración. — ...que impaciente.
Sentir la risa burlona a menos de dos centímetros de sus labios le molestaba, volvió a besarlo mientras bajaba la cremallera de su parca naranja, bastante necesitado de su calor corporal; incluso si quisiera negarlo.
— Cállate... — Susurró a media voz sobre sus labios, bajando con besos por el contorno de su rostro, hasta su cuello mordiendo ligeramente éste, evitando dejarle marcas de algún tipo. Pasó su pierna al otro lado de su cuerpo, quedando sentado en su regazo al momento de tener a la vista su polo blanca.
Sin esperar mucho, y sin dejar de besar su cuello, subió la prenda para explorar su abdomen con las manos, arañando levemente su torso. Fue detenido bruscamente por Kenny al momento de sentarse y confrontarlo para deshacerse de la parca, quien más impaciente aún atacó su cuello a besos sin esperar mucho para desvestir su abdomen de igual forma; quitando primero su chaqueta azul y luego la camiseta gris bajo ella.
Mordió sus labios tomándose unos segundos para admirar el cuerpo de Craig, siempre lo hacía como si fuera la primera vez, un poco por desesperarlo, lo cual se le hacía divertidísimo, pero más porque en verdad disfrutaba verlo. Le gustaba mucho.
Pasó sus manos por su cintura, bajo sus brazos, y hundió el rostro en su cuello, besándolo con lentitud mientras le daba vuelta para quedar sobre él. Aunque escuchar los gemidos mudos en su oído lo excitaba más, sabía tomarse su tiempo para complacer al pelinegro.
— Mngha... — Recostado sobre la madera con Kenny besando su cuello y torso desnudo, sentía que temblaba, a pesar del calor del momento. Cuando sintió sus labios bajar por su vientre, por instinto levantó su pierna un poco queriendo apartarlo; por mucho que pasara no se acostumbraba a verse tan vulnerable.
Eso solo sirvió para que el rubio desabrochara su pantalón y comenzara a bajarlo para despojarse de él, logrando aumentar el temblor de su cuerpo. Rozando sus labios con suma delicadeza por su vientre hasta llegar al bulto en su ropa interior, mojando con su lengua cada parte explorada de su cuerpo; sentía que el tiempo avanzaba demasiado lento.
Cuando el pantalón fue dejado de lado, volvió a subir sus manos por su torso hasta sus pezones, comenzando a estrujarlos como sabía que a él le gustaba. Sintió una de sus manos temblorosas aferrarse a su cabello, sabiendo que pedía por un poco de satisfacción de su boca, esta vez decidió no hacerlo sufrir demasiado y con una de sus manos tiró de su ropa interior para bajarla solo un poco.
Levantó la mirada sonriendo mientras paseaba su lengua por su miembro, al principio lento y sin llegar a usar toda la boca, quería deleitarse con la expresión del chico conocido por ser el más inexpresivo de la secundaria. Cuando sus dedos apretaron más su cabello, decidió engullir sin dejar de jugar con sus pezones.
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Noches de Lujuria [+18]
FanfictionDespués de una noche de ebriedad, Craig Tucker y Kenny McCormick se las arreglan para llevar una relación clandestina libre de ataduras, de sentimientos y de compromisos; a escondidas del resto de sus amigos y respectivas parejas.