Ciento noventa y nueve, y doscientos
Doscientos golpes fueron los que recibió el saco, el pobre ya no daba para otro entrenamiento.
Estaba esperando una misión, y para matar el tiempo decidí entrenar.
Sentí que la puerta se habría, pero no sentí ningún paso.
—Buenas noches, abuelo—lo salude sin siquiera darme vuelta, pues sabía que era él. Era la única persona en el castillo que podía sorprenderme. Aunque era de esperase, el me entreno de todas formas.
—Tan persuasivo como siempre, Damián—me elogio el abuelo. Me giré y lo vi avanzando hasta quedar a unos pasos de mi—. Ten—me tendió una carpeta. La cual recibí, pero no abrí—. Su nombre es Rachel Roth, no sabemos su edad exacta. Vive en Jump City hace unos dos meses—me dio algunos detalles—. Sales en veinte minutos—con eso finalizo la conversación, se retiro de la sala dejándome solo.
Abrí la carpeta para ver la foto de mi objetivo. Era una chica de tez pálida, ojos violetas y cabello corto a la altura de los hombros. Con una peculiar gema en su frente.
Mire las demás imágenes, en algunas salía comiendo, en otras caminando. Aunque la última fue algo peculiar, ella estaba luchando con ¿magia? Supongo que es magia. El abuelo me ha contado que hay personas con dones, aunque en ninguna misión me eh topado con alguien así. Bueno, alguna vez tenía que toparme con un reto.Me dirijo al cuarto de armas, a sacar mi favorita. Siempre he encontrado cobarde pelear con armas de fuego, por eso ocupo espadas, cuchillos o simplemente los puños. Siento que se disfruta más.
Abro unas puertas de madera que dicen "Damián". Nadie, absolutamente nadie puede abrirlas, excepto yo.
¿Tiene llaves? La respuesta es no, pero si tocan algunas de mis cosas están muertos. Y todos en el castillo saben eso.
Saco la katana, los cuchillos de diferentes tamaños, dos bombas de humo, y por último el traje junto con un radio y unas cosas que pueden servir. Me pongo el traje, el cual es negro completamente con una capa, bolsillos y protecciones en los antebrazos, manos y pantorrillas. Aunque las protecciones las ocupo mas que nada para golpear mas fuerte, ya que son de acero.
Me dirijo al área de despegue. Cuando el objetivo esta en ciudad es preferible que solo me vayan a dejar, así no se arma un lio innecesario por fijarme en donde dejar la nave.
Me subo a una y le indico al piloto que me deje en la ciudad de Jump City. El viaje iba a ser largo, así que me acomodo para dormir unas cuatro horas. Tengo la habilidad de despertarme cuando yo quiera.
(...)
Despierto exactamente cuatro horas después, viendo que ya estamos a punto de llegar.
—Déjame en ese edificio—le indico un edificio un tanto alto. Elegí este porque queda cerca de la residencia del objetivo.
Bajé lanzándome al edificio, caí perfectamente. Esta zona es la mala de la ciudad, prácticamente no tienen cámaras de seguridad, y eso me facilita bastante el trabajo. Son alrededor de las nueve y media de la noche, es probable que el objetivo este saliendo del trabajo, por lo que me dirijo hacia allá, me quedo observando el lugar desde una distancia prudente.
Trabaja en un café, al parecer es mesera. Veo que desaparece, al parecer ya había terminado su turno. Lo más probable es que salga por la parte lateral del café, y así lo hace. Lleva puesta una bufanda negra, al igual que los jeans que lleva, y una chaqueta de cuero negra. Comienza a caminar con calma, y yo la comienzo a seguir.
No va por las calles principales, solo va por callejones. Me abstengo de acercarme mucho, y evito los lugares con luz, formas básicas que hay que usar para que alguien no te detecte.
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Confiando en el Enemigo (Damián × Raven)
FanfictionEn una misión dada por su abuelo, Damián va en busca de su objetivo. Pero no llega muy lejos al darse cuenta de todo lo que le ha ocultado su madre y abuelo. Por lo que decide buscar informacion, por lo que se vera sometido a hacer un trato con la e...