☕️

16.5K 2.5K 1.2K
                                    


TEACHER

Min YoonGi simplemente no podía, no aguantaba más tener que leer y corregir cada error de los exámenes de sus veinte alumnos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Min YoonGi simplemente no podía, no aguantaba más tener que leer y corregir cada error de los exámenes de sus veinte alumnos. No aguantaba terminar a altas horas de la noche sin poder dormir pensando en que pronto tendría que visitar a su familia.

Pensando en lo solitario que se encontraba en su hogar a pesar de tener un lindo perrito color café que siempre lo esperaba en la puerta.

Sus horarios eran de siete de la mañana a una de la tarde, luego volver a las cuatro de la tarde hasta las seis. O podía pasar que surgían reuniones de repente y aparte de ser profesor de una materia bastante importante (y además el más joven) se veía obligado a tener que escuchar todas las recomendaciones que daba el director para nuevos aprendizajes, o para ayudar a los alumnos que tenían poco rendimiento.
Discursos que se sabía de memoria.

Sus alumnos eran bastante tranquilos, daba clases en el quinto y sexto curso, ellos al ser mayores no hacían tanto "desastre" como los de cursos menores como primer año o segundo.

Pero con el nuevo director el reglamento había cambiado, todos los profesores debían de mejorar las clases y comenzar a dictar nuevas tareas, o completar mejor esos difíciles exámenes. Y todo por ser una institución privada.

Los alumnos casi siempre solían tener problemas con la dificultad de los exámenes, debían de estudiar bastantes hojas, aún más en su materia. Historia.

Cono solía hacerlo siempre se despertó a horario bufando bajo las sabanas de su cómoda cama. Y cuando estuvo listo dejó comida para Holly y marchó al instituto con rostro cansado y ojeras marcadas.
Saludó con amabilidad a los demás profesores y con una falsa sonrisa que ocultaba sus ganas de querer dormir toda una semana.

Al llegar a su salón sus alumnos lo esperaban sentados en sus respectivos asientos.
Dejó su maletín encima de su limpio escritorio y sacó sus carpetas.

–Bien, seguiremos con el tema de ayer en la página cuarenta del manual, luego de que reescriban lo importante les repartiré unas actividades. – su voz salió cansada, y solo alguien pudo notar aquello.

Park Jimin.
El presidente de la clase, con diecisiete años, aplicado, inteligente, dulce y muy amable. Era el único que casi siempre notaba su aspecto cansado y su ronca voz. El único que siempre le preguntaba como estaba.

El castaño había decidido dejar de mirar el cansancio de su profesor y se concentró en seguir las tareas que había ordenado.

Pero no iba a olvidar lo que siempre hacía.

💌

El pálido se despidió de sus alumnos notando cómo salían con rapidez para irse hacia la cafetería a recoger sus almuerzos. El terminaría de escribir y firmar unos cuantos papeles y luego iría a tomar un té o tal vez un café sin azúcar para seguir despierto, ya que seguramente sería una larga jornada nuevamente.

teacher »  yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora