Enseñame A Ser Tu Hombre (Libro2) Terminado✔

Cobarde cap 40 (parte 1/2)

Agarrense de algo, tomen calma y lean. Esto será una explosión de sensaciones. Así que después de este capítulo ya viene lo que tanto esperaban.

Esto se va armar en grande. Comenten para darme esa emoción que necesito para el siguiente. Omg subí esto nerviosa.

....

De un momento a otro sientes que te levantas decidida a no dejarte pisotear, a no caer en las tentaciones. Así, como si fuese una estrella fugaz que pasa por tu cielo, el deseo se cumple. Todo está normal en tu vida, la marea en calma, el cielo azul, el sol iluminando tu naturaleza, pero llega ese tormento a destruir tu cúpula de protección.

Y si, Erick era ese tormento intentando destruir el muro que Abby le tenía en frente. La tenía acorralada en la pared, con una mano en su cuello y otra en su cadera. La miraba con ese aire de posesividad, de no dejarla escapar.

-Te extraño -susurró. Abby apenas asimilaba lo que estaba escuchando.

Por un momento pensó que había escuchado mal, pero Erick agregó con una voz suave y bronca -: tengo ganas de ti.

Abby parpadeó escuchando sus latidos contra su pecho. Tenía miedo, no quería caer de nuevo. Entonces todas esas palabras que ella le dijo esa noche volvieron a su mente: «Si me dejas salir por esa puerta no hay vuelta atrás». Recordó que él mismo la había alejado y ahora quería desahogar su deseo en ella para luego alejarla como un juguete. Y Abby no se equivocaba, Erick era capaz de eso y más. Solo tenía calentura, pero no mentía al decir que la extrañaba.

-Suéltame, no pienso caer una vez más en tu juego.

Erick no la soltaba, el deseo lo cagaba. Así que rozó su nariz sobre la mejilla de ella quién al instante intentó apartarlo pero Erick no la dejaba.

-Sé... sé que no podemos estar juntos... también sé que soy un cabrón por usarte y luego dejarte ir, pero soy un cobarde y lo acepto. Recuerda que ambos siempre nos hemos necesitado en el sexo, esta vez soy yo quien no pudo aguantar -susurró entre su oído erizando piel. Abby tembló un poco pero negó, ella no quería jugar con Daniel.

-No, no puedo hacerle esto a Daniel -susurró molesta. Erick se pegó más de su pelvis dejando que ella sintiera su dureza. La quería debilitar.

-Joder... lo sé, pero... ¡Carajo te deseo! ¿Qué puedo hacer? -preguntó sin levantar la voz. Ella miró alrededor e intentó alejar ese cuerpo de ella, pero no pudo.

-Erick, ya déjame... necesito... - Erick no permitió que hablara porque la había besado. Le demostró en ese beso cuánto la deseaba, así entre la rudeza y delicadeza movía sus labios sobre los de ella. Pero Abby volvió a alejarlo ya estaba a punto de perder el control.

Erick con una mano acarició su pierna desnuda, ella estaba en braga y con la camisa de Daniel. Así que fue subiendo por su cintura y Abby lo detuvo.

-Erick, no... yo tengo que irme.

Así que Erick intentó dar su última lucha, y si era necesario añadir labia por tenerla solo esa noche, él lo haría. Su mejor labia para obtenerlo, fue mentir diciéndole -: te pienso y no sales de mi mente. Extraño tocarte, sentirte, es que con nadie es igual el sexo. Me encanta como me haces sentir. Esa noche fue candente, te sentí... tan caliente, tan mojada. Me encantó sentir esa conexión contigo, sentir tu interior y quiero volver a sentirlo -susurró pensando que eso era una labia, pero no, era la realidad, solo que él se hacía idiota.
-Erick... -ya estaba cayendo.

-Sé que me deseas, sé que quieres sentir esto, -tomó la mano de Abby poniéndola en su propio miembro, ella lo sintió duro, bastante duro-, muy dentro de ti. No sentiras ese placer con nadie, ese deseo que te provoco cuando entro... salgo, y vuelvo a penetrarte. Vamos Abby, aprietalo, es tuyo -susurró. Abby lo hizo, estaba ya mojada con esas palabras-. Dime, sé que quieres sentirlo como aquella vez, los dos queremos, somos adultos y sabemos entendernos en el sexo.