Lágrimas Hacia Las Estrellas.

Siento tu amor.

Lo veía llorar, sufrir, marchitandose lentamente. Antes él correspondía a sus suaves caricias, ahora se encontraba anhelando el toque prohibido de su piel.

Su muerte no fue mas que eso... Una muerte más.

Recordaba aquél momento, unos chicos los habían abordado en medio de la noche, él hizo todo lo posible para que no hirieran a quien juraba ser el amor de su vida. Lo logró, aunque tuvo que pagar un gran precio. De un momento a otro todo se convirtió en sangre, dolor; los gritos desgarradores de Yuri se mezclaron con la noche y su retumbar en truenos, las pisadas de quienes perpetraron su felicidad se fundieron en las gélidas lágrimas de las oscuras nubes perdiéndose en las espesas sombras que se adherian con insistencia a las calles desnudas de San Petersburgo. Lo comprendió cuando el paramédico lo dijo en voz alta "llegamos tarde".

Con el tiempo Yuri se había convertido en un alma destrozada, pensaba que no había razón para seguir sonriendo, la mitad de su alma había muerto aquella noche.

Cada noche se refugiaba en su habitación sollozando una y otra vez su nombre, cada vez que veía su foto se sentía desfallecer y con dolorosa parsimonia tomaba aquél anillo lleno de promesas. A veces sentía que su único amigo ahora era el tiempo, el mismo que le había arrrbatdo a Seung Gil Lee.

Una noche no lo soportó más, Yuri salió de la casa enloquecido y Seung le siguió hasta un puente. Con lágrimas en los ojos susurró - Te amo Seung Gil Lee- sonrió, era como un rayo de luz en la insípida oscuridad, recordó la primera vez que se vieron en aquella cafetería, él leía un libro ajeno a los problemas del mundo, entonces escuchó su risa, su cabello dorado bañado por los suaves rayos del sol, aquellas piedras preciosas que poseía en sus ojos ¿Cómo se pudo fijar en él? El chico aburrido que estaba leyendo un libro una tarde de verano, enamorándose de poesía sin sentido y mundos ficticios llenos de romance.

Esa noche no habia nada de esa seguridad, no había nada de vida sino tristeza en aquellos ojos. Con terror observó como sucumbia ante el dolor de su alma - ¡NO YURI! - no sabía si su lamento traspasó los límites entre la vida y la muerte o un Dios había escuchado sus plegarias. Yuri lo buscó, claro que lo había escuchado, esa voz, tantas veces diciéndole que le amaba, ahora lo salvaba de un suicidio, sus ojos se llenaron de dolor mientras la noche se inundaba de sollozos llenos de tristeza.

Años después, una noche Yuri salió al balcón -Me duele... - dijo apenas un susurro - es hora - Seung sintió como su corazón se rompía, verlo ahí, tan hermoso pronunciando aquellas palabras - debo dejarte ir por tu bien, debes descansar, debes seguir - sonrió dulcemente y Seung juró que se había enamorado una vez más de Yuri Plisetsky -nunca te olvidaré, Te Amo Seung Gil Lee, siempre serás el amor de mi vida.

-y tu el mío - contestó con lágrimas en los ojos, y le dió un último beso, Yuri llevó sus dedos a sus labios. Había sido la despedida.

Seung se sintió listo, después de tanto pesar se sintió en paz, todo a su alrededor se difumino y Yuri sonrió al ver una hermosa estrella brillar en el cielo, se veía misteriosa y hermosa, como Seung, no pudo evitar reír de felicidad al recordar su promesa.

"Cuando te sientas solo, mira al cielo porque no importa que pase, siempre miraremos las mismas estrellas, y algún día yo seré una de ellas."