Pareja: Kurapika y Gon
Género: Romance
Advertencia: ningunaEstaba aburrida mientras viajaba en transporte en mi ciudad y escribí este one shot basado en un fanart que vi, no sé, fue algo fugaz y aproveche para compartirlo aquí. El fanart no lo encontré y eso que según lo había descargado. En fin, luego sale.
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G I R A S O L E S
Eran sus flores favoritas, no había muchas en su pueblo cuando era pequeño, las descubrió en una de sus aventuras junto a su amigo Pairo.
Cuando salió al mundo exterior encontró muchas de ellas en diferentes partes a donde iba y cuando conoció a Gon, Leorio y Killua, se los contó mientras convivían una tarde en un parque.
En casa de Gon había miles de ellos en un jardín enorme que crecían a voluntad esparciéndose por el campo, así que invitó a Kurapika a pasar unos días en Isla Ballena.
Cuando Kurapika llegó a la isla, se encontró a su amigo esperándolo para llevarlo a su casa y conocer a su pequeña familia. El rubio fue recibido como si ya fuera parte de la familia, Mito había escuchado de palabras de Gon la historia de su pasado con su clan y lo que quería hacer en el futuro para enmendar su existencia.
Ella al principio creyó que Kurapika sería un chico muy frío e incluso mala influencia para Gon por tener todos esos conflictos personales e ideas.
Al conocer al Kuruta se alegró mucho, pues resultó ser un chico bastante atractivo, educado e incluso sonriente, hasta Gon estaba un poco sorprendido por esa dulce sonrisa pero eso significaba que Kurapika estaba muy feliz de ser bien recibido por la familia de uno de sus mejores amigos y también aquel amigo que desde un tiempo atrás había empezado a gustarle más que para amigo.
Gon llevó a Kurapika a conocer aquello que sabía lo haría sonreír aún más, no le había contado nada cuando lo invitó porque quería ver su reacción él mismo. Gon amaba las pocas pero sinceras sonrisas del rubio.
Lo guió por un estrecho camino donde sembraban maíz y estos cubrían más allá de la altura de sus cabezas, como Gon conocía bien a Kurapika, disimuló un rato que caminaba silbando y se adelantó hasta que Kurapika lo perdió de vista.
Cuando el rubio dejó de escuchar el silbido de Gon reparó en saber que se encontraba solo en ese camino, insinuó que Gon quería jugar con él y empezó a correr por el camino estrecho de ese laberinto de maíz, su percepción auricular lo dejaba detectar los pasos y movimientos de su amigo entre los sembrados.
Se preguntaba la razón por la que él quisiera jugar de esa manera, pero correr por el camino no era suficiente, tenía que meterse entre los maíces si quería atrapar a su amigo.
Y así lo hizo, adiós al Kurapika discreto y limpio, parecía un niño persiguiendo una mariposa sin importar que sus ropas tradicionales se ensuciaran, además de que correr dentro de aquellas plantas hacía más difícil detectar los pasos, pero seguía los rastros de aquellos maíces inclinados por donde pasó, así lo vio delante de él y cuando casi lo alcanzaba se tropezó con una de las raíces y volvió a perderlo de vista al salir de aquel sembrado, pasar por los maizales era la única forma de llegar a ese lugar, ese jardín, ese paraíso.
Kurapika quedó asombrado con lo que veía, era un inmenso jardín de girasoles enormes y hermosos, casi tan altos como él, lo suficientemente altos para no ver a Gon, Kurapika había entendido que su amigo lo había planeado porque lo sabía, recordó que a su amigo rubio le encantaría ver ese lugar. Y así era.
Correr entre los girasoles era más fácil, encontró a Gon en medio de su camino sentado con tranquilidad, disimulando no verlo y comiendo semillas de girasol, Kurapika un poco agitado se arrodilló frente a su amigo, respirando el aire que le hacía falta para recuperarse de ese juego.
-¿Te gustó tu sorpresa, Kurapika? - Preguntaba el alegre Gon sonriendo tan maravillosamente como sólo él lo hace.
El Kuruta no tenía palabras de agradecimiento suficiente para expresar la satisfacción y alegría que le daba dicha sorpresa, enérgicamente se abalanzó sobre Gon para abrazarlo con fuerza, no solía tener ese comportamiento con nadie pero, Gon era su excepción ese día.
Al tener tan cerca los labios del rubio, Gon no dudó ni un segundo en alcanzarlo con su boca provocando un beso que ninguno de los dos olvidaría. Un beso dulce, delicado, casi un roce lo suficientemente cerca para sentir el sabor del otro.
Conociendo al Kuruta, ese seguramente había sido su primer beso, pero el susodicho no hizo nada para detenerlo, parecía que se había congelado, miró a los ojos de Gon y en sus mejillas ardía un presente tono carmín.
Gon apretó los labios inclinando su cabeza cual perrito regañado y también se sonrojó por lo que había hecho, tendría que disculparse con su amigo, pero la verdad es que hacía mucho tiempo que quería besar a Kurapika, aunque fuera un instante estar a solas con él.
Lo admiraba, eso creía, pero tras ese beso confirmó que no era suficiente sólo estar a su lado.
- Kurapika, te quiero.
Esas palabras fueron las ultimas de Gon durante ese momento puesto que Kurapika no le permitió seguir hablando, devolviendo él mismo aquel beso repitiéndolo una y otra vez, recostando a Gon sobre aquellas hermosas flores, las favoritas de Kurapika.
-Yo más, Gon. Yo más.
Al atardecer, volvieron a la casa de Gon para la cena que Mito les tenía preparada, Kurapika estaba cargando un enorme ramo de Girasoles mientras caminaba con una bella sonrisa en su rostro y Gon iba a su lado.
Juntos.
De la mano.
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KURAPIKA one Shots
FanfictionKurapika® Diversos escenarios, variadas historias, siempre con Kurapika. Algún One shot te va a gustar, te lo aseguro. SHIPPEOS A LO WEY ¡¡ESTO SE VA A DESCONTROLAR!! La mayoría tendrán contenido Yaoi así que estas más que advertido. Cada uno tendr...