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Mañana casual (McNasawyer)

Notas: Ningún personaje me pertenece, todo es obra de su respectivo creador. Dedicado a mi beia waifu SweetyGirl90 por el día del amorsh (Seh, bien joto todo aquí) (?)

Advertencia: Pareja lésbica. Headcanons. Fluff.

-Mañana casual-

Ah, chocolate caliente y recién hecho junto a un paquete de galletas.

No había mejor manera para comenzar el día según la joven Sawyer. Y no, aquellos que votaban por el café no contaban para ella, eran harina de otro costal.

Las mañanas frías y húmedas merecían iniciar junto a algo digno de entibiar el estómago y el alma, no por nada iba directo a la cocina apenas despertaba de su paraíso onírico, envolviéndose con un enorme abrigo junto a una calza para ir abajo en medio de torpes y adormilados pasos.

No le importaba ir tan desastrosa pues era su casa, aunque no le hacía mucho ilusión la posibilidad de despertar a su esposa aún.

Heather era tan adorable y tierna dormida, especialmente cuando terminaba acurrucándose por completo bajo las frazadas. Dios, sería un pecado destruir esa tierna imagen.

Debe estar exhausta... No la culpo.

Con tan solo recordarlo, una sonrisa nacía en sus labios. Ya la había molestado lo suficiente la noche anterior, hoy merecía dejarla dormir un poco más.

Además eso le daba la oportunidad perfecta de prepararle algo delicioso para sorprender todos sus sentidos, incluso si los desayunos de chocolate y galletas ya se hubieran convertido en una especie de tradición.

Bah, era un manjar del cielo. Imposible aburrirse realmente, en especial cuando podía intentar darle un giro, como en este casi probaría al mezclar algo de mantequilla de maní entre las galletas.

¡Era perfecto y darían ganas de beber más chocolatada!

Ay, mi propio ingenio me asusta a veces. O puede que la rubia lo hiciera cuando volviera a medir su peso, aunque Verónica no se arrepentiría de nada.

Solo se vivía una vez ¿No?

Además, adoraba a su esposa bollito, era muy suave y dulce de abrazar cada vez que pudiera.

Sin embargo, antes de poder dejarse llevar con aquel fugaz pensamiento, algo la sacó de su mente junto al calor emanando del termo con leche.

- ¡...!

- Uhn... ¡Eso huele delicioso, Vero! ¿Preparas chocolate? -Este era el primer sonido que la castaña oía a sus espaldas, provenir directamente desde la sala de estar, sorprendiéndola un poco mientras iba en busca de una bandeja y tazas.

¿Se había distraído tanto que no la escuchó bajar? Quizás.

- ¡Oh, despertaste! ¿Vendrás por tus 'Buenos días' o no quieres arruinar la sorpresa que tengo aquí?

Cabía mencionar que sería feliz con cualquier opción, aunque la risilla divertida que fue haciendo eco por la casa le dio pista a cual había sido elegida.

- Oh, ya me hago una idea sin verlo, pero~... ¡Prefiero las sorpresas y lo sabes! Además de que hoy no me toca el desayuno. -Recordó, haciendo alusión a una regla de ambas.

En los días en los que no cocinaran, debían evitar ingresar allí mientras la otra sí lo hacía. Eso ayudaba a dar cierta pizca de emoción y curiosidad antes de cada comida.

Tonto y rebuscado para algunos, ingenioso y divertido para ambas.

– Ok~ Si tú lo dices, Hanna Banana~

Eso solo le daba más tiempo para poner más detalle a lo que iba cargando en la bandeja, a la vez que se preguntaba que tan glotonas serían si incluyera algo más a su desayuno nada gourmet.

Bah, podremos bajarlo antes de verano. Se encogió de hombros, restándole importancia a todo y abalanzándose a la despensa por algo de crema batida.

Solo se vive una vez, y ella, particularmente, aprovechaba eso para consentir a su linda esposa cada día sin falta.

Notas finales: Amo a las bebas, sí <3