◌✰್ 𝐌𝐀𝐗𝐈𝐍𝐄.
❝Una ventaja de ser un perdedor, es que no tienes nada que perder❞
Maxine Baudelaire es una guerrera Lyoko desde el principio.
Así que, a pesar de que Max pasó una vida dura no tarda en ayudar al rarito de su clase, Jeremy Belpois...
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ULRICH METIÓ OTRO GOL.
Maxine, Jeremy y Odd estaban en el campus viendo al equipo de fútbol de Kadic -donde no hay ninguna chica- preparándose para el partido de hoy contra el otro colegio llamado Lincon -donde un tal Matt era el mejor del equipo-.
Jim Morales, el profesor de gimnasia y entrenador, estaba nervioso porque el otro colegio era uno de los mejores y quería machacarles por una vez en la vida, y confiaba plenamente en Ulrich para que eso pase, quien era el mejor en el equipo.
Ulrich era el delantero y no paraba de practicar, ya que sus padres iban a ir a verlo.
Jim le dijo a Max hace tiempo que podía haberse metido al equipo porque Ulrich la enseñó bastante a jugar -ya que él parcticaba con ella-, y también que era lo suficientemente bruta como para quitarle el balón al enemigo -Max no supo si era un halago o un insulto-, además, su puntería aumentó bastante gracias a Lyoko.
Obviamente Max no se unió porque sabe que hay chicas que juegan mejor al fútbol que ella -y les gusta el deporte, al contrario de Max-, pero no se unieron al equipo porque no reciben apoyo de los chicos del equipo y al final no llegan a jugar. Por ejemplo, Max hace un tiempo vio a la chica rubia que vio en el torneo de robots jugando al fútbol con Theo Gauthier y lo hacía bastante bien, encima tenía buena técnica y rápidez. Pero cuando Max la oyó decir que iba a apuntarse a las pruebas del equipo, Theo le dijo algo como "eres una lesbiana de mierda" y al final la rubia no se apuntó ni habló con Jim.
Max sabía que a Theo le ofendió que una chica fuera mejor que en él en fútbol, y claramente la peliazul no iba a dejar que alguien con una masculinidad tan frágil entrara al equipo. Así que, cuando Jim hacía la prueba y veía quién quedaba y quién iba al banquillo, Max le saboteó el juego -Ulrich, Odd y Jeremy aún se preguntan cómo lo hizo- y finalmente Theo no quedó ni para el banquillo. Rastrero, sí, pero era una medida drástica que Max tenía que tomar para conseguir lo que quería.
