En el nombre de...

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" Deseo... Deseo volver a empezar... ¡Esto no puede acabar asi! No me importa cuantas veces sea, pero no quiero que termine de esta manera, por favor... ¡Dejame volver a empezar! "

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A través de las cortinas el sol que anunciaba la llegada del verano sirvió como una alarma para nuestro querido protagonista, quien se encontraba en una posición desmontada entre las sabanas de su cama, pese a que estas estan envueltas en su cintura solo cubriéndole esa parte.

Japón es un país raro, no lo podemos negar, y mas para un extranjero de raíz inglesa, capaz por la mirada de todos por tu diferencia en diseño de rostro, aunque no de la manera esperada.

- Ah... -Suspiró un extraño rubio, que por su parte, se calculaba una edad latente de 17 años por los rasgos de su rostro, era evidente que ya estaba cursando su etapa de juventud, siendo un adulto desde ahora. -Hoy será un nuevo dia... -Fue lo que dijo antes de levantarse de la cama.

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Prologo
• E n e l
n o m b r e
d e . . . •

De un momento para otro, su talento lo llevo a la cima, a la cima de quienes podían ser fijados por la muerte en un campo de batalla, o al menos este era el caso de Alexander, quien por extraña razón había sido llamado bruscamente a la oficina de un amigo de su padre, o un examigo, si es después de la muerte de uno se puede seguir considerando como tal.

- Eh... ¿Me llamo señor? -Un rubio con el cabello bien peinado, preguntó asomando por la puerta, sin duda a simple ya sabias que era ese tipo de gente que era considerada como "aburrida"

- ¿Es que hay otro Alexander Redming aquí? ¡Ven! ¡Pasa!

Exclamo un hombre de aproximadamente 39 años de edad, sentado en la típica oficina de reuniones, la verdad era de esperarse el nerviosismo del rubio, quién hizo caso a aquel hombre sentándose en la silla, pero sin embargo girando la cabeza para "analizar" su entorno o almenos esa era la idea.

- ¿Puedo pregu-

- ¿Y como te va en los estudios Alex? -Interrumpio el hombre antes de que formulará la pregunta. -Escuché que heredaste la cresta familiar de los Redming, aunque sinceramente me lo esperaba, merecías esa cresta mas que el obstinado de tu hermano, siendo el menor se autoproclamo merecedor sin siquiera haber visto tus capacidades.

- Supongo... Que tuve suerte de nacer con buenos circuitos mágicos. -El rubio acomodo sus lentes, ya se notaba que el hablar no era lo suyo.

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⏰ Última actualización: Feb 14, 2019 ⏰

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