AMOR SIN EDAD

capitulo 3 =animo arriba

El despertador sonó estridentemente, arrancandome de un sueño superficial parpadeó, tratando de alejar la somnolencia que envolvía a mi mente, estirándose con pesadez para sentir como mis músculos protestar por la falta de descanso, otra noche de sueño interrumpido por pendientes en el trabajo.

con un suspiro resignado salgo de la cama, arrastrando mis pies hacia el baño, el espejo me devolvió una imagen cansada que parecía hundirse en el reflejo para regalarme una sonrisa forzada tratando de inyectarle un poco de ánimo a mi semblante apagado.

La semana pasada había sido agotadora, y los cambios de humor impredecibles del señor Drawons no hacían más que añadir una capa adicional de estrés al trabajo.

Bajó las escaleras con paso ligero, sintiendo el aroma tentador del café recién hecho y las tostadas crujientes que nana había preparado con esmero. La luz de la mañana filtrándose por las ventanas iluminaba la elegante decoración de la casa, creando un ambiente cálido y acogedor. Al llegar al comedor, encontré a mi familia reunida alrededor de la mesa.

—¡Buenos días, familia! —saludó con una sonrisa mientras me dirigía hacia la mesa.

—¡Buenos días, Mina! —respondieron mis padres casi al unísono, con una mezcla de alegría y orgullo en sus rostros.

Me siento junto a ellos, agradecida por tener un momento para compartir con su familia antes de comenzar el día.

—¿Cómo va tu día, nana? —pregunte, dirigiéndome a mi nana que se encontraba ocupada sirviendo el desayuno.

—Muy bien, niña Mina, y el tuyo —respondió ella, con una sonrisa radiante, transmitiéndoles su energía positiva a todos los presentes.

Mi madre habla.

—me emociona ver que llevas trabajando ya casi una semana —dijo mi madre, con una expresión de orgullo en su rostro.

Asentí con una sonrisa, recordando las dudas iniciales de mis padres.

Todos comenzamos a disfrutar de las tostadas mientras conversábamos sobre diversos temas. Luego de terminar mi plato voy hacia la cocina para ponerlo en el lava vajillas y que la maquina proceda a quitar todas las mugres de los platos sucios que estaban delante del mío.

Después de ayudar a mi nana a limpiar la cocina, recogí mis cosas para irme al trabajo. Al llegar a la empresa, era recibida por mi compañera de trabajo Sabrina quien me saluda mientras iba en dirección a su escritorio.

—¡Hola, Manuela! ¿Cómo estás hoy? —preguntó Sabrina con una sonrisa de lado a lado.

—¡Hola, Sabrina! Estoy lista para enfrentar otro día en la oficina —respondí, devolviéndole la sonrisa.

Juntas, nos dirigimos hacia nuestros respectivos escritorios y comenzamos a revisar los correos electrónicos y las tareas pendientes. Ambas nos sumergimos en el trabajo, concentrándas en los proyectos que tenían nuestros jefes entre manos y buscando soluciones que beneficiaran a la reputación de la empresa.

Mientras tanto, el Sr. constantyn se acercó a mi escritorio para discutir algunos asuntos importantes.

—Buenos días, Sr.constantyn ¿En qué puedo ayudarlo? — lo saludo con cortesía, preparada para escuchar las indicaciones que me tenía.

—Buenos días, Manuela. Necesito que revises un informe financiero y prepares una presentación para la reunión de esta tarde —me indicó, entregándome una carpeta con los documentos de la junta.

—Entendido, Trabajare en ello de inmediato —respondí, tomando la carpeta para comenzar a revisar los datos con atención.

A lo largo del día, Me mantuve ocupada trabajando en sus proyectos con la ayuda de Sabrina, a medida que avanzaba la jornada laboral, me sentía satisfecha de los avances en los cuales habían estado trabajo desde que iniciaron mis horas laborales